Investigación en Argentina

Confieso que siento una enorme vergüenza por lo que sucede en mi país, a cuyo respecto ustedes se vienen ocupando diariamente en su diario. No tengo ninguna esperanza de que investigación alguna llegue a determinar quién mató al fiscal y quién dio la orden para ello. Aunque hay amplia certeza en orden a sus responsables, tampoco veo posible que se haga justicia con los muertos en la AMIA. Ninguna investigación en que haya gente del Gobierno involucrada llegará a buen puerto.

El Gobierno hará lo imposible para que así sea, y nosotros, los ciudadanos de este hermoso país, sencillamente nos lo merecemos por cobardes y ser ajenos absolutamente a un sistema republicano en el cual impere el Estado de Derecho. Todo esto no me impide que analice lo que ocurre en otros sitios del planeta, y leer que Aznar, Aguirre, González, etcétera, son mentores de la próxima campaña del PP en España, o que gente de La Cámpora asesora a Podemos (de entre ellos, el hijo de Firmenich), o que las dos cabezas visibles del PSOE se la están sacando entre ellos por trepar, me lleva a concluir que dentro de no mucho tiempo la gente del caso Gürtel en pleno no sólo saldrá libre de toda acusación, sino que muy probablemente suscribirá nuevos contratos y llenará de relojes, bolsos, carteras, a la cúpula del partido que con toda seguridad volverá a gobernar España.

En síntesis, encuentro que la pandemia es universal, los pobres son cada vez más pobres, los ricos cada vez más ricos, los delincuentes cada vez más delincuentes y más impunes, las diferencias son cada vez más ostensibles entre los habitantes del planeta, y los pocos que buscaban justicia, o nos hacían creer que la buscaban, hoy asesoran Gobiernos corruptos que usan los derechos humanos para encubrir la enorme cantidad de delitos —incluso asesinatos como el de Nisman— en los que están involucrados directa o indirectamente. Antes eran las guerras las que destrozaban el mundo. Hoy el hombre ha encontrado otra forma de hacerlo y nadie parece querer hacer nada por evitarlo.— Rubén Ángel Macchi.