Capitales de la lucha contra el cambio climático
Por Chizuru Aoki (*)
¿Qué hace a las ciudades lugares atractivos para vivir? Que tengan calles ordenadas y limpias, medios de transporte alternativos y poco contaminantes, amplios espacios verdes y donde los servicios básicos funcionen, pueden ser algunos alicientes.
Cada vez existe mayor reconocimiento de que no hay un área que ofrezca más oportunidades para hacer frente a los desafíos globales del desarrollo sostenible que las ciudades. Las urbes son las impulsoras de nuestras economías, son el motor del crecimiento y generan alrededor del 80% del producto interior bruto (PIB) mundial. Las ciudades representan el 70% del consumo mundial de energía, con las consecuentes emisiones de gases de efecto invernadero.
La concentración de la población y las actividades económicas significa que las ciudades y sus residentes llevan la peor cuota de la contaminación y otros impactos negativos. Por ejemplo, la contaminación atmosférica causa medio millón de muertes al año solo en África, donde dos tercios de las ciudades no cumplen con los estándares de calidad del aire, según el Banco Asiático de Desarrollo.
Hoy día, el mundo es sometido a una urbanización que no tiene precedentes en escala y alcance. Cada mes, cinco millones de personas se convierten en residentes urbanos. Para el 2050, habrá 2.400 millones de personas más viviendo en las ciudades, y la mayor parte de esta urbanización se registrará en los países en desarrollo. Las necesidades de desarrollo de infraestructura urbana y de energía, así como el uso del suelo, proyectadas en los próximos 15 a 20 años se calculan en unos 90 billones de dólares, según el más reciente informe de la Nueva Economía Climática.
El consumo no sostenible de los recursos en estas ciudades causará una significativa degradación del medio ambiente local y global, con un impacto negativo en la calidad de vida de miles de millones y pondrá en peligro la salud del planeta. Pero si estas ciudades pueden ser planificadas, desarrolladas y gestionadas de forma sustentable, innovadora y resiliente, representan una gran oportunidad para impulsar el crecimiento económico, al tiempo que se hace frente a los desafíos generados por el cambio climático y otros problemas ambientales mundiales.
Un creciente número de alcaldes y líderes locales están haciendo oír su voz ante los retos de abordar la urbanización mediante el desarrollo de soluciones innovadoras, estableciendo pactos para actuar y formando alianzas que permitan compartir conocimientos y lecciones. También están trabajando para obtener los recursos necesarios para emprender el camino de la sostenibilidad, y se están movilizando para ser reconocidos como actores dentro de la discusión climática global. Y sus voces comienzan a escucharse: el histórico acuerdo entre Estados Unidos y China del 11 de noviembre 2014 incluyó el anuncio de una nueva iniciativa sobre ciudades, en donde se reconoce las crecientes emisiones de gases de efecto invernadero y la posibilidad de que los líderes locales lleven a cabo acciones climáticas.
En reconocimiento a la necesidad de aprovechar la acción local para beneficios a nivel global, el Fondo para el Medio Ambiente Mundial (FMAM) ha lanzado el programa integrado de Ciudades Sustentables, a los que destinará 100 millones de dólares para probar modelos innovadores de gestión urbana sostenible. A través de esta iniciativa, el FMAM está trabajando con los gobiernos regionales y nacionales para apoyar políticas y estrategias urbanas integradas y hacer pruebas piloto de opciones de gran impacto, además de facilitar la replicación exitosa de modelos de gestión urbana.
Estas alianzas ya están uniendo fuerzas con instituciones y programas de ciudades clave. El programa Ciudades Sostenibles se basa en las experiencias de iniciativas urbanas que apoya el FMAM desde 1999. Hasta la fecha, la organización ha invertido 580 millones de dólares de subvenciones en proyectos en 110 ciudades en 60 países, a los que se suman más de 7 mil millones de dólares en cofinanciación por parte del sector privado y otras fuentes. Estos proyectos abarcan los principales sectores urbanos, como la energía, el transporte, el agua, gestión de residuos y resiliencia.
El tiempo es esencial si queremos evitar que la temperatura aumente 2ºC en las próximas décadas y a costos manejables, mediante la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero entre un 40 a un 70% para 2050. Creemos que el trabajo con las ciudades del mundo es una de las salidas que generan mayor impacto para hacer frente a los desafíos climáticos globales, con beneficios locales a largo plazo, con ciudades más limpias, eficientes y prósperas para las próximas generaciones.
(*) Chizuru Aoki es experta en Mitigación del Cambio Climático del FMAM
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