Un año más justo y más feliz para todos
El Roto/EL PAÍS.
Como muchos de ustedes, tengo la certeza de que dentro de algunos años miraremos atrás a esta época como un momento definitorio de la sociedad que seremos. Las consecuencias de la crisis económica y del agotamiento del modelo político, pero también el tambaleo europeo y la encrucijada energética y medioambiental nos han puesto en la rara posición histórica de tomar decisiones que definirán la vida de muchos, durante mucho tiempo. Por eso resulta imprescindible formar nuestras opiniones de la manera más completa que sea posible.
Pero algunos temas destacan por encima de cualquier otro por el modo en que reflejan la catadura de nuestra sociedad y la calidad de nuestra democracia. La pobreza infantil, en particular, se ha convertido en una pequeña obsesión de este espacio, debido al trabajo que algunos de sus autores hemos desarrollado desde organizaciones como UNICEF o porCausa. Mientras la crisis golpeaba con crudeza a los niños, los responsables políticos han reaccionado ignorando primero la realidad y distorsionándola después. Desde las risotadas del Partido Popular en el Congreso hasta el fracasado intento legislativo de esta misma semana, la respuesta de las instituciones hasta ahora ha ido de lo intolerable a lo irrelevante.
El otro asunto desasosegante es el de la inmigración irregular, donde este Gobierno (como los anteriores) ha ignorado el carácter humanitario del problema hasta el punto de violar de manera repetida los derechos humanos e incumplir las leyes nacionales e internacionales. Se trata de reprochar la actitud de Marine Le Pen y Geert Wilders, para actuar exactamente como piden ellos. La aprobación de la Ley de Seguridad Ciudadana es el penúltimo ejemplo de una estrategia inútil e inmoral que abochornará a España ante los tribunales europeos. Para entonces habrán pasado las elecciones, se habrá cumplido el propósito de exhibicionismo político y ya no estarán sus instigadores para rendir cuentas, lo cuál hace todo aún más cobarde.
Son solo dos ejemplos, pero cada uno de ellos expresa cuánto nos jugamos en estos días tan críticos para nuestro futuro. Estamos obligados a definirnos, porque no hacerlo también es tomar partido. Y confiamos en que los argumentos que ofrece este blog les ayuden a hacerlo.
Los editores de @3500M les deseamos que pasen unas estupendas Navidades y que el próximo año sea más justo y más feliz para todos.
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