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3.500 Millones
Coordinado por Gonzalo Fanjul y Patricia Páez

¿Cuánto cuesta acabar con la pobreza infantil en España?

Gonzalo Fanjul

Foto: UNICEF Comité Español.

Estoy trabajando estos días en una investigación sobre la evolución del gasto público español en políticas de infancia durante la crisis. El asunto no es poco relevante, si consideramos que –según un trabajo de Virginia Rodríguez para Save the Children- uno de cada tres menores en España vive en la pobreza o en riesgo de exclusión. El impacto de la crisis sobre la infancia ha sido desproporcionado con respecto a otros grupos (¡Dios guarde el sistema de pensiones!) y a otros países, y la brecha que separa a los hogares ricos de los pobres castiga particularmente a los que tienen hijos. Lo que supone ahora este sufrimiento para los propios niños y sus familias es fácil de imaginar, pero si consideramos las implicaciones que tendrá para su futuro y el de nuestro país (pensiones, productividad, cohesión social) no es exagerado hablar de una emergencia nacional.

Pues bien, este es mi drama, que comparto con ustedes, sufridos lectores: resulta humanamente imposible encontrar un cálculo razonado de lo que se gasta y de lo que se gastaba antes, por no hablar ya de cuánto pensamos que se debería gastar para hacer frente a este problema. Ni lo sé yo, ni lo saben los políticos responsables de esta tarea, ni tampoco los parlamentarios que deben fiscalizarla. El hecho de que no podamos tener un debate público informado sobre un asunto tan importante porque los números no están disponibles me parece inexcusable.

Algunas partidas –como educación, salud y protección social- pueden ser identificadas o asignadas con cierta facilidad. También se podría calcular el gasto en rubros específicos como las prestaciones por hijo a cargo y otras ligadas específicamente a las familias (los profesores Ayala y Cantó recordaban en un trabajo para UNICEF publicado la semana pasada hasta qué punto estas ayudas pueden determinar el bienestar de los niños). Pero esos datos no aparecen agregados en ninguna parte (mucho menos en los Presupuestos Generales del Estado).Lo que es más importante, en un sistema social mediterráneo como el español la situación de las familias determina en mayor medida que en otros países el estado de los niños. Así que necesitamos saber cuánto contribuyen y cuánto deben contribuir las medidas que se tomen en materia de vivienda, prestaciones por desempleo o discapacidad en los hogares en los que viven niños. Y no lo sabemos. La opacidad informativa ha sido denunciada de manera repetida por las organizaciones que trabajan contra la pobreza infantil, incluyendo el propio Comité de los Derechos del Niño.

Este Gobierno ha asumido entre sus prioridades la protección de los niños durante la crisis, un compromiso que se ha traducido en la elaboración de un Plan Estratégico Nacional sobre Infancia y Adolescencia y un Plan Nacional de Inclusión Social. Ambos son esfuerzos importantes que contemplan medidas concretas para reducir la pobreza infantil. Pero la estimación presupuestaria se reduce a una hojita al final de los documentos. En ausencia de una información agregada y comprehensiva sobre el gasto público en infancia, nuestra capacidad para medir el cumplimiento y el impacto de estos planes es muy limitada. Además de velar por la ortodoxia de los recortes, la flamante Oficina Presupuestaria del Congreso podría ocuparse de facilitar este tipo de información. Nos haría un favor a todos.

[Desde la Fundación porCausa le vamos a hincar el diente a este asunto en los próximos meses. Sigan conectados]

Comentarios

Los niños y las niñas son pobres porque sus padres no tiene lo imprescindible para sacarles adelante con la normalidad que les correspondería.Los pobres son los padres.Y los niños siguen la estela de la pobreza en la están encajados por la fuerza de las circunstancias.En una España democrática y autonómica sujeta a planes de desarrollo constantes, y enredada en cientos de casos de corrupción y malversación de fondos públicos.Hechos a la vista de todo el mundo, impunemente.Los niños y niñas no son pobres, los pobres somos los adultos, las familias y las instituciones.Que no atinamos a salir de la pobreza en que nos ha metido nuestra incompetencia.
En mi opinión, la renovación de la confianza (y del consumo) es un fenómeno que tomará años. El gobierno ha roto el contrato social. Casi con certeza, en esta legislatura, no habrá ningún cambio. Lo cual refuerza la necesidad ABSOLUTA de ubicar opciones. Hay que buscar un cambio radical de orientación gubernamental. Es casi una cuestión de pervivencia, individual y democrática. Hace poco nos decían miserablemente, que “habiamos gastado más de la cuenta”. Ahora, nos colocan en riesgo de deflación. Es decir, lo opuesto. De nuevo, querrán responsabilizar otra vez a los demás. “La gente no quiere hacer consumo” y por tanto eso lastra la recuperación que, generosamente, tratamos de impulsar, dirán. El cinismo gubernamental puede ser ilimitado. Y mientras tanto, la deuda del país ha sido llevada a casi el 94% del valor de todo lo que España produce, en todo un año. Dicho de otra forma, TODOS y cada uno de nosotros, de 47 millones que somos, adeuda en este momento 4.441 Euros MAS que cuando Rajoy ganó. Y hay que pagar ese dinero. ¿Es creible que podemos consumir porque tenemos una recuperación a la vista?
Debe ser horrible como padre/madre querer dar de comer a un hijo y no poder. La impotencia que ha de generar algo así es una cosa que no me puedo imaginar. Triste es saber que hay países donde los niños mueren de hambre si a eso le sumas el saber que hay niños en este país, seguramente, compañeros de colegio de nuestros hijos, que pasan hambre todos los días, que sólo comen bien en el colegio, que les cuesta vestirse correctamente todos los días porque no tienen ropa adecuada, que a causa de eso también en su casa pasan frío y pueden caer enfermos más asiduamente, es entonces cuando te preguntas en qué clase de mundo vivimos............
Rajoy y sus secuaces llevan 3 años y medio esquilmando a las familias de clase media para ayudar a la banca, las eléctricas y para seguir manteniendo intacto todo el chiringuito de corruptos, enchufados y vividores del cuento, con todos sus privilegios, desde coche oficial a unas suculentas pensiones cuando se "jubilen".Me da pena por muchos españoles que lo están pasando mal, especialmente por los niños que no tienen culpa de nada. De los padres, no puedo decir lo mismo, lamentablemente. Algunos se lo merecen, por ser los responsables de que unos irresponsables estén hoy en el poder.PD: sigan disfrutando de lo votado.
Los niños y las niñas son pobres porque sus padres no tiene lo imprescindible para sacarles adelante con la normalidad que les correspondería.Los pobres son los padres.Y los niños siguen la estela de la pobreza en la están encajados por la fuerza de las circunstancias.En una España democrática y autonómica sujeta a planes de desarrollo constantes, y enredada en cientos de casos de corrupción y malversación de fondos públicos.Hechos a la vista de todo el mundo, impunemente.Los niños y niñas no son pobres, los pobres somos los adultos, las familias y las instituciones.Que no atinamos a salir de la pobreza en que nos ha metido nuestra incompetencia.
En mi opinión, la renovación de la confianza (y del consumo) es un fenómeno que tomará años. El gobierno ha roto el contrato social. Casi con certeza, en esta legislatura, no habrá ningún cambio. Lo cual refuerza la necesidad ABSOLUTA de ubicar opciones. Hay que buscar un cambio radical de orientación gubernamental. Es casi una cuestión de pervivencia, individual y democrática. Hace poco nos decían miserablemente, que “habiamos gastado más de la cuenta”. Ahora, nos colocan en riesgo de deflación. Es decir, lo opuesto. De nuevo, querrán responsabilizar otra vez a los demás. “La gente no quiere hacer consumo” y por tanto eso lastra la recuperación que, generosamente, tratamos de impulsar, dirán. El cinismo gubernamental puede ser ilimitado. Y mientras tanto, la deuda del país ha sido llevada a casi el 94% del valor de todo lo que España produce, en todo un año. Dicho de otra forma, TODOS y cada uno de nosotros, de 47 millones que somos, adeuda en este momento 4.441 Euros MAS que cuando Rajoy ganó. Y hay que pagar ese dinero. ¿Es creible que podemos consumir porque tenemos una recuperación a la vista?
Debe ser horrible como padre/madre querer dar de comer a un hijo y no poder. La impotencia que ha de generar algo así es una cosa que no me puedo imaginar. Triste es saber que hay países donde los niños mueren de hambre si a eso le sumas el saber que hay niños en este país, seguramente, compañeros de colegio de nuestros hijos, que pasan hambre todos los días, que sólo comen bien en el colegio, que les cuesta vestirse correctamente todos los días porque no tienen ropa adecuada, que a causa de eso también en su casa pasan frío y pueden caer enfermos más asiduamente, es entonces cuando te preguntas en qué clase de mundo vivimos............
Rajoy y sus secuaces llevan 3 años y medio esquilmando a las familias de clase media para ayudar a la banca, las eléctricas y para seguir manteniendo intacto todo el chiringuito de corruptos, enchufados y vividores del cuento, con todos sus privilegios, desde coche oficial a unas suculentas pensiones cuando se "jubilen".Me da pena por muchos españoles que lo están pasando mal, especialmente por los niños que no tienen culpa de nada. De los padres, no puedo decir lo mismo, lamentablemente. Algunos se lo merecen, por ser los responsables de que unos irresponsables estén hoy en el poder.PD: sigan disfrutando de lo votado.
Los niños y las niñas son pobres porque sus padres no tiene lo imprescindible para sacarles adelante con la normalidad que les correspondería.Los pobres son los padres.Y los niños siguen la estela de la pobreza en la están encajados por la fuerza de las circunstancias.En una España democrática y autonómica sujeta a planes de desarrollo constantes, y enredada en cientos de casos de corrupción y malversación de fondos públicos.Hechos a la vista de todo el mundo, impunemente.Los niños y niñas no son pobres, los pobres somos los adultos, las familias y las instituciones.Que no atinamos a salir de la pobreza en que nos ha metido nuestra incompetencia.
En mi opinión, la renovación de la confianza (y del consumo) es un fenómeno que tomará años. El gobierno ha roto el contrato social. Casi con certeza, en esta legislatura, no habrá ningún cambio. Lo cual refuerza la necesidad ABSOLUTA de ubicar opciones. Hay que buscar un cambio radical de orientación gubernamental. Es casi una cuestión de pervivencia, individual y democrática. Hace poco nos decían miserablemente, que “habiamos gastado más de la cuenta”. Ahora, nos colocan en riesgo de deflación. Es decir, lo opuesto. De nuevo, querrán responsabilizar otra vez a los demás. “La gente no quiere hacer consumo” y por tanto eso lastra la recuperación que, generosamente, tratamos de impulsar, dirán. El cinismo gubernamental puede ser ilimitado. Y mientras tanto, la deuda del país ha sido llevada a casi el 94% del valor de todo lo que España produce, en todo un año. Dicho de otra forma, TODOS y cada uno de nosotros, de 47 millones que somos, adeuda en este momento 4.441 Euros MAS que cuando Rajoy ganó. Y hay que pagar ese dinero. ¿Es creible que podemos consumir porque tenemos una recuperación a la vista?
Debe ser horrible como padre/madre querer dar de comer a un hijo y no poder. La impotencia que ha de generar algo así es una cosa que no me puedo imaginar. Triste es saber que hay países donde los niños mueren de hambre si a eso le sumas el saber que hay niños en este país, seguramente, compañeros de colegio de nuestros hijos, que pasan hambre todos los días, que sólo comen bien en el colegio, que les cuesta vestirse correctamente todos los días porque no tienen ropa adecuada, que a causa de eso también en su casa pasan frío y pueden caer enfermos más asiduamente, es entonces cuando te preguntas en qué clase de mundo vivimos............
Rajoy y sus secuaces llevan 3 años y medio esquilmando a las familias de clase media para ayudar a la banca, las eléctricas y para seguir manteniendo intacto todo el chiringuito de corruptos, enchufados y vividores del cuento, con todos sus privilegios, desde coche oficial a unas suculentas pensiones cuando se "jubilen".Me da pena por muchos españoles que lo están pasando mal, especialmente por los niños que no tienen culpa de nada. De los padres, no puedo decir lo mismo, lamentablemente. Algunos se lo merecen, por ser los responsables de que unos irresponsables estén hoy en el poder.PD: sigan disfrutando de lo votado.

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