¿Excesiva descentralización?

Según el informe anual que acaba de publicar la OCDE, España es ya el país más descentralizado del mundo, al menos, entre los más desarrollados. Mientras en los países federales el Gobierno central gestiona de media el 54% del total de las administraciones, en España apenas lo hace en un 22%, menos de la mitad. De tanto ceder competencias, el Gobierno central español se ha quedado esquelético, con ministerios vacios, incapaz de organizar y coordinar a nivel nacional. Y al mismo tiempo, se han multiplicado los niveles de la administración, el número de políticos y el gasto a costa de nuestros impuestos; se ha creado una maraña de leyes y normas autonómicas y se ha disparado la conflictividad institucional. Quizá España sí necesita una reforma constitucional, pero justo en sentido contrario al que los nacionalistas pregonan...— Andrés Oviedo. Barcelona.