Víctimas de segunda fila
Hace pocos días los medios de comunicación informaban de la muerte de un seguidor de un equipo de fútbol a manos de seguidores de otro equipo, una muerte inútil y sin sentido. Los medios estuvieron hablando acerca del tema durante una semana y se indicó la necesidad de tomar medidas ante la violencia de algunos grupos que dicen ser seguidores de un equipo. Ayer murieron tres mujeres víctimas del maltrato de género. Se lo puedo asegurar, no se hablará de ello una semana, ni habrá alarma social.
Casi 50 víctimas en lo que va de año, frente a nueve en la última década a consecuencia del fútbol. Pero el interés no es el mismo, tampoco la situación es la misma; el seguidor de fútbol fue junto a otros a pegarse, a dirimir sus diferencias a puñetazos, a golpes. Cuando la forma escogida para reafirmarte en lo que sientes o en lo que piensas es la violencia, cabe la posibilidad de que encuentres alguien más fanático que tú o más beligerante, cuyo umbral de violencia es mayor; sin embargo, en el caso del maltrato de género, no es un camino escogido, a ninguna le dijeron “cásate conmigo, tendrás una vida atroz, llena de golpes y vejaciones”.
Los políticos aseguran cínicamente con cada muerte que deben tomarse medidas para que esto no ocurra, mientras dan su beneplácito para recortar todas las ayudas para las mujeres maltratadas.— Carmen Gracia Casals.
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