_
_
_
_
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Ébola, gripe A, chikungunya… ¡el sida aún existe!

Exigimos que el compromiso de España en la lucha mundial contra el virus sea mayor que la reflejada en el dato de las contribuciones a ONUSIDA en 2013: 500.000 ridículos euros

La actual epidemia de ébola que está azotando a diversos países del África subsahariana (Guinea, Liberia, Nigeria, Senegal y Sierra Leona) en donde ha causado más de 5.000 muertes, está teniendo un fuerte impacto mediático. A ello contribuye el hecho de que ha llegado también a varios países occidentales, como Estados Unidos y España, donde además de los casos importados (personal sanitario repatriado que luchaba contra la enfermedad en esos países africanos) se han producido ya contagios, como ha ocurrido en nuestro país, desatando una crisis política en torno a la gestión de este brote.

No es extraño, que esta enfermedad, desconocida hasta hace poco por el gran público, esté causando temor y episodios de psicosis; lo que se debe al escaso conocimiento que hay sobre ella, las rigurosas medidas de aislamiento que requiere su manejo y su alta mortalidad debida a la ausencia de tratamientos y de vacunas para prevenirla.

La epidemia de ébola es sin embargo una más de las emergencias mediáticas aparecidas durante los últimos años: la gripe aviar —cuyo impacto mundial supuestamente apocalíptico se diluyó como un azucarillo en agua—, la neumonía atípica del sudeste asiático (SARS), o de la —según dicen— próxima epidemia por fiebre chikungunya causada por el llamado “virus del dolor”, por los fuertes dolores articulares y musculares que ocasiona y que pueden durar meses o años.

Todas estas alertas, cuyo impacto debe ponderarse adecuadamente, ocultan y difuminan otros problemas globales de salud. Así, yendo a las estadísticas, descubrimos que la epidemia de gripe aviar causó apenas 300 muertos en todo el mundo, la neumonía SARS menos de 800 y que la actual alerta sanitaria en Centroamérica por el virus chikungunya tiene una mortalidad muy baja salvo en pacientes mayores debilitados por otras enfermedades, tal y como ocurre en nuestro entorno con la gripe común.

Situación mundial del SIDA en 2014 y objetivo 90-90-90

Frente a todo esto, enfermedades como la malaria, tuberculosis y sida mantienen su gravedad real. En concreto el sida, cuyo Día Mundial celebramos el 1 de diciembre, sigue extendiéndose. Así, en 2013 había 35 millones de personas en todo el mundo infectadas por el VIH –de las cuales 19 millones lo desconocen–, 2,1 millones de casos nuevos y una mortalidad de 1,5 millones de personas. Unas cifras que nos dan la medida de la amenaza que sigue representando.

Es cierto que, en 2014, unos 14 millones de personas han logrado acceder a los tratamientos, pero estamos todavía lejos de la meta fijada para 2015 en el número 6 de los Objetivos de Desarrollo del Milenio: “detener y reducir la propagación del virus”.

Pero no debemos cejar en el empeño: como sugiere el lema de ONUSIDA en este año Cero nuevas infecciones es posible acabar con la enfermedad en 2030, siempre que en el próximo lustro se establezcan las bases –y se reciban las ayudas– para evitar 28 millones de infecciones y 21 millones de muertes. Es decir, para 2020, la organización pretende alcanzar el llamado Objetivo 90-90-90: que el 90% de quienes viven con VIH sepan cuál es su estado serológico; que el 90% de las personas conozcan su estado seropositivo tengan acceso a los tratamientos; y que el 90% de los que tengan acceso a ellos logren una regresión viral efectiva.

Como publicó no hace mucho la revista Science, la pandemia del sida surgió en Kinshasa, capital de la República Democrática del Congo (RDC) en torno a 1920, y durante unos 40 años, en la época colonial belga, se fue extendiendo a otras grandes ciudades gracias a los movimientos de población, un hallazgo que echa por tierra anteriores teorías de que el virus VIH-1 se había extendido casi exclusivamente por causas biológicas.

Objetivo en España: diagnóstico temprano

Uno de las propuestas que se están desarrollando en España es la de mejorar el diagnóstico temprano, que mejora el pronóstico de la enfermedad. Es sabido que la mayoría de los nuevos casos no corresponden ya a los usuarios de drogas intravenosas ni al grupo de varones homosexuales, sino que proceden de la transmisión heterosexual, en la cual el concepto de grupo de riesgo está muy difuminado. Por ello, la propuesta trata de conseguir la realización de la prueba diagnóstica del VIH al menos una vez en la vida de personas de 15 a 59 años, las consideradas como sexualmente activas, especialmente en zonas de mayor prevalencia de la enfermedad como son algunos barrios de determinadas ciudades.

Contribución de España a la lucha global

El Informe 2014 La salud en la cooperación al desarrollo y la acción humanitaria, recientemente presentado, destaca el continuo descenso de Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD) que España dedica a la cooperación mundial. Un dato que –pese a la propaganda– no se corresponde con la riqueza de nuestro país ni el papel que le corresponde en la acción global tras su elección como miembro no permanente del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.

Así, los datos reflejan que el descenso de AOD total con el Gobierno Rajoy ha sido brutal, pero la cifra dedicada en 2014 al sector salud no le iba a la zaga: estaba prevista que fuese apenas de 33 millones de euros, una mínima parte de los 500 que se destinaron en 2008.

Esperamos –exigimos– que la medida del compromiso de España en la lucha mundial contra el sida sea mayor que la reflejada en el dato de las contribuciones a ONUSIDA en 2013: 500.000 euros, una cifra ridícula que no necesita de más comentarios.

Farmamundi, como ONG sanitaria, trabaja para que las poblaciones vulnerables de los países en desarrollo mejoren su situación; por ello, una de sus campañas de fondo es facilitar el acceso a los medicamentos y trabaja en programas de prevención, diagnóstico y tratamiento de enfermedades olvidadas como el sida.

Xosé María Torres es farmacéutico y miembro de la Junta Rectora de Farmamundi.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_