Por qué siempre me pongo malo en vacaciones
Cinco razones por las que trabajar le 'protege' contra las enfermedades
Que algunas personas enferman durante los períodos de descanso, sean fines de semana o vacaciones, es un hecho que se constata con cierta frecuencia.
Algunas circunstancias que pueden explicarlo son las siguientes:
1 – Durante la actividad normal el estrés es más alto y este, a su vez, mantiene elevados los niveles de hormonas como el cortisol y la adrenalina. El cortisol alto tiene efectos antiinflamatorios, entre otros; y la adrenalina estimula el sistema inmunológico. En general, ambas sustancias nos ayudan en la guerra del día a día. La disminución de los niveles de estas hormonas durante los períodos de descanso o menor actividad puede facilitar la aparición de algunas enfermedades.
2 – En los períodos de descanso podemos cambiar de ambiente, entorno, hábitos, etc. Estos cambios también pueden facilitar la aparición de problemas de salud. Son muchas las posibles situaciones, pero es entendible que modificar los hábitos alimenticios (cantidad, calidad u horario), de sueño, o de actividades, entre otros, puede aumentar los riesgos de enfermar o sufrir accidentes.
3 – Los cambios en el estado de ánimo durante el período vacacional no siempre son positivos. En ocasiones, el cese repentino de la actividad o la desconexión del medio habitual pueden desencadenar lo que médicamente llamamos "trastornos afectivos", ansiedad o depresión, con producción de síntomas psicológicos o somáticos, que interfieren o impiden un ritmo vital adecuado.
4 – No es infrecuente que seamos capaces de convivir con determinados síntomas a los que no damos excesiva importancia pero que, en periodo vacacional, nos aumente la preocupación por ellos y nos lleve a solicitar consulta con el médico en ese momento.
5 – Las vacaciones habitualmente se concentran en periodos en que diversas patologías son más prevalentes. Así, en verano, los accidentes, las quemaduras solares, los problemas digestivos o las picaduras de insectos son más frecuentes que en otras épocas del año. Por el contrario, los problemas catarrales o las agudizaciones de enfermedades respiratorias crónicas son más prevalentes en los periodos vacacionales del otoño o del invierno.
* Moisés Robledo, Secretario de Información de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG).
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