Justicia internacional
En 1945, acabada la II Guerra Mundial, fue fundada la ONU. El primer propósito del artículo primero de su acta fundacional reza “mantener la paz y la seguridad internacionales”.
En 1947, la ONU aprobó la partición de Palestina en dos Estados, uno judío y uno árabe. En 1948 el Estado de Israel declaró su independencia, tras lo cual comenzó la guerra árabe-israelí con los vecinos Estados árabes. Las sucesivas victorias en guerras posteriores confirmaron su independencia y ampliaron las fronteras del Estado judío más allá de lo dispuesto en el Plan de Partición de la ONU. Desde entonces, Israel ha estado en conflicto con los países vecinos, décadas de violencia que continúan hasta el día de hoy.
De fronteras para dentro Israel parece una democracia representativa con un sistema parlamentario y sufragio universal, de fronteras para fuera, en las dos últimas grandes ofensivas contra la Franja en busca de terroristas, han sido asesinados más de mil civiles. Y llegados a este punto cabe preguntarnos: ¿para qué? o, mejor dicho, ¿para quién trabaja la ONU? Quizá tenía razón el politólogo Morgenthau al negar carácter jurídico al Derecho Internacional.— Francisco Javier Martínez Bahamonde.
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