¿Existe el rayo verde?
Dice la leyenda que si dos personas miran al mismo tiempo este fenómeno quedarán unidas
Una de las novelas más románticas publicadas por Julio Verne lleva por título El rayo verde (24 de julio de 1882). En ella se relata la difícil búsqueda por parte de Sam y Sib Melville de una puesta de sol donde se pueda ver el famoso rayo verde (o green flash, en inglés). ¿El motivo? Poder casar a su sobrina Elena Campbell con Aristobulus Ursiclos, ya que según dice la leyenda, si dos personas observan al mismo tiempo este bello fenómeno óptico, quedarán unidas por siempre y enamoradas la una de la otra de manera eterna.
Como ya relataba este genial escritor en su obra, no tiene nada de mito y lo puede ver cualquiera de nosotros siempre que la atmósfera esté limpia y el cielo despejado. De hecho, el mal denominado rayo verde, puesto que ni es un rayo (es un destello) ni tiene por qué ser verde (puede ser azulado, amarillento o incluso violeta), es un fenómeno natural fruto de la refracción y dispersión de la luz solar cuando se encuentra cerca del horizonte y de los espejismos que se forman. Cuando el Sol se acerca al horizonte, la refracción atmosférica separa los distintos colores del disco solar, quedando en su borde superior, por este orden, el violeta, el azul y el verde. Sin embargo, el violeta y el azul son dispersados por la atmósfera, con lo cual en el momento en que ya solo el borde superior del disco es visible, es el color verde el que llega a nuestros ojos. Este fenómeno también puede pasar con la Luna u otros planetas, pero es más sutil. Eso sí, no pestañee. Apenas tiene uno o dos segundos para verlo o poderlo fotografiar.
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