La privatización de la Sanidad
El 4 de julio acudí a mi médico de atención primaria para pedir cita para una colonoscopia, prueba que me repiten cada cinco años por prescripción facultativa por el riesgo, añadido al de la edad, de tener antecedentes familiares de cáncer colorrectal, en varios grados de consanguinidad (el más importante, en primer grado, una hermana). El día 8 recibí una llamada ofreciéndome citas para la realización de la prueba en los próximos días en cualquier clínica privada que yo escogiera entre varias que me sugirieron, o en el Hospital de la Princesa (mi hospital de referencia) en el año 2015, concretamente en el mes de abril.
Esta es una demostración práctica de cómo se invierte en sanidad en la Comunidad de Madrid: pagando pruebas en clínicas privadas que han visto mermada su capacidad de negocio por las bajas en las sociedades médicas de un buen número de pacientes debido a la crisis económica, en lugar de invertir en sanidad pública. De este modo, el dinero recaudado en impuestos de los ciudadanos, en lugar de revertir en beneficio de todos, va a parar a las empresas sanitarias en una forma de privatización encubierta (aquella que se vieron obligados a paralizar el pasado año).— María José Camarero García.
