Un atraco legal
En marzo de 2014 la Agencia Andaluza de la Energía publicó en el BOJA un decreto anunciando subvenciones para Obras de Adecuación Energética de Edificios entre las que se incluía la sustitución de equipos domésticos de refrigeración/calefacción. La fórmula era sencilla. Tan sólo se necesitaba contactar con alguna de las empresas homologadas por la propia agencia, la cual se encargaría de elaborar el presupuesto y presentarlo ante la misma para su aprobación. El problema surge cuando, una vez aprobado y pagado el 50% del mismo, empieza la terrible burocracia para llevarlo a cabo. Se necesita también la aprobación de la Gerencia Municipal de Urbanismo, lo cual conlleva un proyecto de obras elaborado por un arquitecto o técnico equivalente en el que se certifique que se cumple la normativa actual de emisiones de gases y ruidos; una licencia de obra mayor y el pago del impuesto de construcción y obras. Todo esto supone un desembolso adicional de cientos de euros y, no lo olvidemos, para sustituir un aparato por otro que no requiere obras de ningún tipo. Tengo la sensación de haber sido una víctima más de algo tan español como es la burocracia que nos inunda.— Tomás Díez Vivas.
