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Coordinado por Gonzalo Fanjul y Patricia Páez

Sudán del Sur: seis meses después

Hoy se cumplen 6 meses desde que estallara el conflicto en Sudán del Sur, deshaciendo las optimistas previsiones para un país recien nacido. Desde Juba,Ferran Puig, Director de Oxfam Intermón nos da un testimonio cercano y afinado de lo que han significado estos 6 meses para el país más joven del mundo.

Foto por Pablo Tosco @Oxfam Intermon

Aterricé en Juba en febrero del 2012. En esos momentos la euforia de la independencia ya había pasado y la gente se afanaba a poner las bases del nuevo país. Sudán del Sur había proclamado su independencia el 9 de Julio de 2011 tras unas largas negociaciones de paz con Sudán y la aprobación en referéndum en enero del mismo año.

Desde mi llegada pude ser testigo de la evolución de este país. He podido participar en primera persona de la ilusión de la gente en la construcción de este proyecto colectivo llamado Sudán del Sur. Un país en el que todo estaba por hacer: la nueva Constitución, los códigos legales, infraestructuras, escuelas, hospitales…

Y es que este país nunca antes se construyó. Situado en la periferia de los diferentes dominadores coloniales – británicos, egipcios y sudaneses- Sudán del Sur nunca recibió ningún tipo de inversión. Aun hoy, un único puente permite cruzar el Nilo en los más de mil kilómetros de recorrido en su territorio. Dispone de a penas cien kilómetros de carreteras asfaltadas. Hospitales y escuelas son claramente insuficientes. Faltan maestros y universidades. Pero la población afrontaba con alegría esta oportunidad de dirigir ellos mismos el desarrollo de su propio porvenir, de construir su propio futuro. Un futuro que, tras algunos años de zozobra, se preveía brillante para el 2014.

Lamentablemente, también he sido testigo de cómo esta esperanza se truncaba hace ahora seis meses. Esperanza truncada por la ambición de algunos de sus líderes políticos que priorizaron sus intereses personales al interés de la población y lanzaron el país al abismo. Y es que hoy se cumplen seis meses desde el inicio de la guerra fratricida que en este corto espacio de tiempo se ha cobrado ya decenas de miles de vidas, ha destruido los medios de vida de más de 3 millones de personas y ha obligado a más de 1,3 millones de ellas a huir de sus hogares dejando atrás casi todos sus bienes. Una guerra, en fin, que detuvo el crecimiento record de 35% del PIB augurado por Financial Times para Sudán del Sur en 2014 arruinando su futuro.

Antes del conflicto centrábamos nuestros esfuerzos en mejorar las técnicas agrícolas de los campesinos, en trabajar con ellos para que se agruparan y pudieran invertir en nuevos arados o en desarrollar pequeños negocios. Ahora, por el contrario, la mayor parte de nuestra energía se destina a la respuesta humanitaria, a ayudar a las personas desplazadas a cubrir sus necesidades básicas en agua potable y alimentos.

En los primeros días del conflicto nos llegaron noticias de que grandes cantidades de personas estaban cruzando el Nilo y se asentaban en el pueblo de Mingkaman, estado de Lakes. Se estimaron en ese momento en unas 75.000 personas. Huían del vecino estado de Jonglei donde los combates eran encarnizados. Enseguida desplegamos un equipo de Oxfam en el que yo tuve el privilegio de participar. Llegué al lugar el 6 de enero con parte del equipo nacional. Bajo los árboles se arracimaban grupos de familias ya que no tenían otro sitio donde guarecerse. Contra el tronco apoyaban algunas -pocas- maletas y fardos donde guardaban lo poco que habían podido llevar consigo en su huida. En palabras de una mujer desplazada en Mingkaman: “cuando estás asustada sólo coges a un niño en brazos y te pones a correr. Es el mejor equipaje que puedes llevar”. Tomaban agua lodosa directamente del río, provocando numerosos casos de diarrea. La poca comida que tenían era la que pudieron traer consigo y la que les proporcionó la población autóctona, de apenas 7.000 habitantes. La imagen era sobrecogedora.

El trabajo fue -y sigue siendo- agotador, pero la motivación y la energía para seguir adelante te la daban cada día esas mujeres y esos niños que estaban a tu alrededor, huidos de los combates con lo puesto y poco más. No había fines de semana y las jornadas se alargaban hasta altas horas de la noche. Cada día surgían problemas inesperados que tenías que correr a solucionar. Pero entre las ONGs que estamos aquí en poco tiempo pudimos mejorar la vida de los desplazados proporcionándoles las cosas más básicas: agua potable, comida, semillas, plástico para hacerse una cabaña…

Las necesidades siguen siendo ingentes. El número de desplazados no cesa de aumentar. Ya tenemos registradas más de 100.000 personas que reciben asistencia y todavía se prevén nuevas llegadas. El riesgo de cólera es muy alto dada la elevada densidad de población y la presencia de un brote de cólera en Juba. Y con las lluvias ahora en pleno apogeo, la situación no deja de deteriorarse.

El trabajo humanitario te deja un gusto ambivalente. Por un lado es enormemente motivador ver que puedes ayudar a unas personas que lo necesitan todo. Que puedes provocar grandes mejoras en sus vidas de un día para otro. Pero por otro lado no dejas de pensar que estas personas no deberían estar aquí, en medio de la nada, sin tierras ni ganado ni semillas. Deberían estar en sus casas, cultivando sus tierras y criando sus animales. Y nosotros, las ONG, ayudándoles a mejorar sus cultivos, a conseguir arados, a ayudarles a reivindicar sus derechos a una educación y una atención sanitaria adecuadas.

Para quienes llevamos tiempo trabajando en Sudán del Sur, este conflicto ha constituido una decepción indescriptible. Hasta hace poco estábamos ante un país que avanzaba, que estaba ilusionado, que ayudábamos a construir cada día. Un país en el que muchos creíamos. Ahora, con los combates y la división entre etnias, se ha retrocedido al menos una generación. El odio que se ha sembrado estos días no va a ser olvidado con una firma. La reconciliación va a reclamar sus tiempos.

Gracias a la presión internacional el Presidente Salva Kiir y el líder de las fuerzas de la oposición Riek Machar se han comprometido a respetar los acuerdos existentes y a completar las negociaciones en los próximos 60 días para el establecimiento de un Gobierno de transición de unidad nacional. Un acuerdo firmado a regañadientes por ambos líderes. Debemos pedir a la comunidad internacional que dé su apoyo a este país y que incremente su presión sobre ambas partes para que vuelva la paz y la población de Sudán del Sur pueda reconstruir sus vidas.

Pero mientras las negociaciones continúan la violencia y el sufrimiento siguen entre la población. La firma de un tratado no solucionará la inmediata falta de alimentos para los más de 3 millones de personas que han visto cómo sus medios de vida eran destruidos. Tenemos que conseguir apoyo financiero para poder responder a esta emergencia antes de que la situación nutricional se degrade y se vuelva irreversible para muchas personas, especialmente los niños. Los fondos comprometidos en la Conferencia de Donantes de Oslo el 20 de mayo tienen que venir ahora.

Y en el resto del país, en las zonas que no se han visto directamente involucradas en los enfrentamientos, también hay que seguir trabajando por mejorar la calidad de vida de las personas, para que los ciudadanos de este país que ya se encontraban en los últimos puestos mundiales en desarrollo consigan salir adelante.

Nota de los editores:

Les recordamos que hay varias organizaciones españolas como Oxfam Intermón, UNICEF o MSF, trabajando en Sudán del Sur brindando ayuda a los desplazados y refugiados en los campos. Si quieren ayudar pueden vistar sus páginas web, informarse y hacer donativos. No hay ayuda pequeña para problemas como este.

Comentarios

Me parece una de las situaciones más deplorable de la sociedad moderna, el desinterés que hay sobre este conflicto, la falta de apoyo para acabar con el desastre social que está consdumindo al país.http://ow.ly/y4f74
Me parece una de las situaciones más deplorable de la sociedad moderna, el desinterés que hay sobre este conflicto, la falta de apoyo para acabar con el desastre social que está consdumindo al país.http://ow.ly/y4f74
Me parece una de las situaciones más deplorable de la sociedad moderna, el desinterés que hay sobre este conflicto, la falta de apoyo para acabar con el desastre social que está consdumindo al país.http://ow.ly/y4f74

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