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Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

Las lecciones del Castor

Los seísmos causados por el almacén de gas no deben llevar al rechazo de estas instalaciones

Ocho meses después de que se registraran una serie de seísmos frente a las costas de Castellón y Tarragona, empezamos a conocer el resultado de los análisis científicos acerca de la relación entre estos seísmos y la actividad desarrollada en el almacén submarino de gas natural llamado Castor, propiedad de la empresa Escal UGS, participada en un 66,67% por el grupo ACS. La conclusión científica es que existe una relación causa-efecto entre el almacenaje de gas a presiones elevadas y los temblores. Los informes se emitieron a petición del Ministerio de Industria, Energía y Turismo, que ordenó paralizar los trabajos de inyección de gas el pasado 26 de septiembre. Hay que esperar al resultado de nuevos estudios encargados por el ministerio a expertos extranjeros, aunque es poco verosímil que contradigan las conclusiones ya conocidas.

En todo caso, no queda más salida que la paralización de las actividades en el Castor y ésta debe ser definitiva o estar condicionada a que se realicen los trabajos de consolidación necesarios para evitar este tipo de efectos, lo que es probable que resulte técnicamente y/o económicamente inviable. Tras la paralización queda la actuación de la justicia sobre las responsabilidades de lo ocurrido y la detección de carencias como esa declaración de impacto ambiental que no contemplaba los riesgos sísmicos del proyecto.

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La peripecia del Castor, sin embargo, no debe servir para rechazar en general los depósitos subterráneos de gas. Hay unos cuantos en funcionamiento en nuestro país sin ningún efecto negativo y son necesarios para una correcta gestión del gas natural. Pueden, además, constituir un factor central en la conversión de España en centro de distribución de gas procedente del norte de África a través de gasoducto o del que llega en forma de gas licuado en barco. En un momento de crisis en Europa debido a la dependencia del gas ruso, una nueva estrategia energética podría colocar a nuestro país en una posición muy ventajosa en el mapa gasístico europeo.

Una enseñanza lateral de lo ocurrido con el Castor es la importancia de contar con centros de investigación públicos eficaces y bien entrenados que sean capaces de enfrentar las crisis, impredecibles, que pueden necesitar de sus conocimientos técnicos. Debilitarlos o desdeñarlos sólo puede llevar a atenuar nuestra capacidad como Estado.

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