Cuatro sitios arqueológicos en Quintana Roo vuelven a recibir visitantes
Los asentamientos de Kohunlich, Dzibanché, Chacchoben y El Meco fueron intervenidos por un programa del INAH enfocado en el salvamiento arqueológico vinculado al Tren Maya. Desde diciembre de 2024 se puede acceder a los sitios
Las ciudades mayas vuelven a cobrar vida. El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) anunció la reapertura de Kohunlich, Dzibanché, Chacchoben y El Meco, cuatro sitios que pertenecen a la zona arqueológica de Oxtankah, en Quintana Roo. El lugar cerró temporalmente tras el inicio de obras de mantenimiento por parte del Programa de Mejoramiento de Zonas Arqueológicas (Promeza), impulsado por el INAH, que se enfoca en el salvamento arqueológico vinculado al Tren Maya. A Oxtankah se puede acceder todos los días de la semana de 09.00 a 15.00 horas. El costo es de 75 pesos (casi cuatro dólares) y los domingos la entrada es gratuita para el público mexicano.
El antropólogo y director general del INAH, Diego Prieto Hernández, explicó que con los trabajos de Promeza, las zonas arqueológicas han transformado su imagen y funcionalidad al contar con nuevos paraderos, instalaciones modernas y cedularios actualizados. Chacchoben fue la primera zona en abrir sus puertas el 8 de diciembre; Kohunlich y Dzibanché lo hicieron el 13; y El Meco, el 14 de diciembre.
Prieto Hernández destacó que Promeza ha permitido investigar, estudiar y mejorar el estado de conservación de los espacios patrimoniales con el fin de ampliar el conocimiento que se tiene sobre el sitio y la cultura maya ancestral, además de enriquecer la experiencia del turismo nacional y extranjero.
El INAH, por su parte, resaltó en un comunicado que Promeza también beneficia las zonas arqueológicas de Ichkabal, Xel-Há, Muyil, Chakanbakán y Cobá, así como en el corredor ecoarqueológico Paamul II.
Hallazgos y el Tren Maya
La planificación del Tren Maya, la obra emblema del sexenio de Andrés Manuel López Obrador, tuvo que cambiar su curso varias veces luego que el INAH hallara ruinas arqueológicas en tramos donde se pensaba construir una estación o cimentar las vías.
En Kohunlich, por ejemplo, fueron encontradas siete edificaciones a seis kilómetros del sitio arqueológico, por lo que el camino de acceso a la estación Nicolás Bravo-Kohunlich tuvo que modificarse. El asentamiento aglomera construcciones ceremoniales y residenciales. Se cree que fueron barrios de la élite. Además, el sitio presenta diversos estilos arquitectónicos, algunos asociados con la región de Petén, al norte de Guatemala.
Otro hallazgo importante ocurrió en la zona arqueológica de Dzibanché. En octubre de 2023 se descubrieron tres fachadas con relieves mayas alusivos a la dinastía Kaanu’l (la dinastía de la serpiente) en lo que fue un juego de pelota. Las estructuras contienen tres escenas de relieves estucados que ofrecen nuevas pistas sobre el poderío del reino Kaanu’l.
Dzibanché, que significa escritura en madera, no es el nombre original del sitio. Thomas Gann, un arqueólogo aficionado y médico militar inglés, lo bautizó así en 1927 en referencia a los dinteles de madera tallada ubicados en los vanos del templo del edificio VI que, de acuerdo con el INAH, fueron retirados para garantizar su conservación.
Oxtankah, hogar de un náufrago
Oxtankah fue una de las ciudades mayas más importantes de la península de Yucatán. Su población se dedicó a actividades portuarias y controló la bahía de Chetumal. Según la tradición oral, fue el hogar del náufrago español Gonzalo Guerrero a inicios del siglo XVI, quien se integró a las comunidades luego de ser capturado en 1511. Posteriormente, fue líder militar y defendió el pueblo contra los conquistadores españoles.
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