La herencia recibida
El Gobierno actual del PP se enganchó desde el primer momento de la legislatura a llevar a cabo su particular destrucción basándose hábilmente en un discurso descalificador de adversarios y competidores políticos por la desastrosa “herencia recibida” del Gobierno de Zapatero. Ellos eran los únicos salvadores posibles. Ellos saben y todos sabemos que todos los Gobiernos reciben y dejan herencias. Los de Aznar propiciaron un crecimiento económico grande, pero insano y basado en las privatizaciones indiscriminadas de lo público y la gran burbuja inmobiliaria; Zapatero cometió buenos errores en su etapa final, sobre todo en lo referente a no reconocer la crisis económica. Rajoy nos deja y dejará una herencia fundamentada en graves realidades como: austeridad, desigualdad, desaparición de derechos, más desempleados y menos subsidios de desempleo, pensiones menores, destrozos injustificables en educación, sanidad, investigación, medio ambiente y energías renovables; desahucios, deuda pública bestial, un rescate económico de entidades financieras que tendremos que pagar de forma injusta todos los ciudadanos, un modelo fiscal regresivo, una desconfianza en la política y una separación peligrosa de muchísimos ciudadanos de una democracia representativa —la quieren más participativa—, represión en aumento contra las libertades de expresión, manifestación y reunión y un largo etcétera. Mucho debería contenerse el candidato popular a las elecciones europeas, señor Cañete, de hablar de herencias.— Juan José de la Cámara Martínez.
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