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“Obama debería dejarlo y unirse a nuestra revolución”

Llega a España la gira de The Coup, cuyo cantante, Boots Riley, es uno de los cabecillas del movimiento Occupy en Estados Unidos “El capitalismo necesita que haya racismo para desarrollarse”, sentencia

Carlos Marcos

– ¿Se siente discriminado actualmente en Estados Unidos por ser negro?

– Sí.

– ¿Cree que durante el gobierno de Barack Obama ha descendido el racismo?

– No.

– ¿Cree que la revolución es posible?

–  Sí.

Normalmente, Boots Riley no responde con monosílabos, pero con estas tres respuestas ha recurrido al cortante estilo hiphopero (género que practica) para subrayar su contundencia. Conviene hacer las presentaciones. ¿Quién es este tipo negro de prominentes patillas y pelo a lo afro? Lo más gráfico que podemos decir es que Boots Riley es uno de los cabecillas de la revolución contra los poderosos, además del líder y cantante del grupo The Coup. “Somos como los Clash mezclados con Sly and The Family Stone, pero sin cocaína”, señala sobre su grupo, que actuará en seis ciudades españolas a partir del 8 de mayo. Y advierte para los que compren la entrada de sus conciertos: “Somos una agresiva y bailable explosión de punk/funk/hip hop. La energía empieza con la primera nota y no acaba hasta la última. Aunque no intentes bailar, tu cuerpo te traicionará y lo harás”. Su último disco se llama Sorry to bother you.

Pero Riley, de 42 años, es mucho más que un agitador musical músico. Estamos ante un activo elemento del movimiento Occupy, el equivalente estadounidense al 15-M español. Quizá sean él y Tom Morello (guitarrista de Rage Againts the Machine, Audioslave y estrella del último disco de Bruce Springsteen) los rockeros más comprometidos con la denuncia social y política contra los actuales gobernantes. Su área de operaciones es Oakland, California, lugar donde se trasladó siendo un niño después de nacer Chicago. Riley ha heredado su conciencia social. Su padre fue un abogado militante de la N.A.A.C.P. (National Association for the Advancement of Colored People, asociación nacional para el progreso de la gente de color). Sus progenitores se conocieron en 1968, en una huelga de estudiantes en San Francisco. En la cocina de la casa de Riley se puede ver una foto de él con unos diez años abrazando un libro: Los condenados de la tierra, manifiesto anticolonialista del psiquiatra y filósofo Frantz Fanon, reconocida influencia de figuras revolucionarias como Che Guevara.

Boots Riley con Tom Morello actuando en una manifestación en Chicago:

“Es un hecho que el capitalismo necesita que haya racismo para desarrollarse”, comenta el músico, que no tiene piedad con Obama, el primer presidente negro de la historia de Estados Unidos. “Obama debería dejar su trabajo y pedir disculpas. Y luego se tendría que unir a nuestra organización de trabajadores con el objetivo de construir la revolución”. Pero una revolución, con qué premisas. Riley concreta algunos objetivos: “Sanidad y educación de calidad y gratuitas. Poner fin a la ejecución de hipotecas y a los desahucios. Nuestra estrategia no es solo decir a la gente que grite: ‘No nos gustan los bancos’. Estamos concienciando a la gente para que se enfrente al sistema, ese donde los poderosos están instalados”.

Algunas de las reivindicaciones de Riley coinciden con las que reclaman los grupos de izquierda españoles. El músico dice conocer lo que representa el movimiento 15-M, aunque no ha establecido ningún contacto. “Todavía no. Pero si leen esta entrevista les sugiero que me envíen un mensaje por Facebook. O, directamente, que me paren por la calle si me ven durante los días que pasaré en España con la gira”, señala.

Riley considera que una canción no puede cambiar la sociedad, pero puede contribuir a conseguir el objetivo: “Un movimiento radical y revolucionario de trabajadores puede cambiar el mundo. Y la música puede ayudar a ello”.

Riley, entrevistado en la televisión estadounidense sobre la discriminación racial:

Riley se considera comunista, un término altamente inflamable en un país, Estados Unidos, que ha forjado su historia moderna la lucha contra esa ideología. “No tengo miedo”, explica, “a que me llamen comunista. Creo que en Estados Unidos hay muchos comunistas, pero no lo dicen porque temen que se les asocie con los fallos y errores que han cometido algunos en nombre del comunismo. Sin embargo, los cristianos no tienen miedo a que les llamen cristianos a pesar de todos los errores que se han cometido en nombre del cristianismo”.

Le preguntamos si resulta complicado escribir canción política y que resulte divertida, como es el caso de The Coup. “No para mí. Si haces un análisis claro de las clases sociales llegas a la conclusión de que la clase trabajadora puede ganar. Esto te llena de optimismo. Y la música hace a la gente feliz. Además, creo que mis canciones destilan sentido del humor, que muchas veces acaba en ironía. Y la ironía es contradicción. Y esta contradicción suele llevar a un proceso de análisis. Como ves, es mi trabajo hacer música para divertirse”, explica.

Como mejor se digiere la artillería ideológica de Riley es en sus canciones. Él mismo nos cuenta de qué tratan algunas:

Strange arithmetic. “Es en contra de ese pensamiento oscuro que no da a la gente lo que necesita para sobrevivir. La gente necesita información para crear un nuevo sistema, uno en el que tengan el control de su riqueza, creada con su trabajo”.

I just wanna lay around all day in bed with you. “Es un canción que juega con el concepto del tiempo. El tiempo es todo lo que tenemos en la Tierra y nuestro tiempo es lo que debemos vender para existir. Esto es el quid de la explotación. Nos timan quitándonos los pocos minutos que tenemos en la tierra. Pero, obviamente, también es una canción sexual. Tiene un doble sentido, así que ganamos todos”.

We are the ones. “Es la historia de un camello de marihuana que descubre su lugar en el sistema capitalista. Nos ofrece la oportunidad a la gente que estamos escuchando la canción de cambiar el mundo. Pero solo a los que están escuchando la canción. A nadie más”.

The magic clap. “Cuando te imponen un límite salarial desde que te dan el certificado de nacimiento”.

You are not a riot (an RSVP from David Siqueiros to Andy Warhol). “Trata sobre los artistas que utilizan una estética rebelde mientras sus ideas expresan un arte que copia y apoya las ideas de la clase dominante. Viene a criticar a los artistas hipócritas que van de alternativos pero en el fondo son parte del sistema”.

The Coup actúa en mayo en España en: A Coruña (día 8), Oviedo (9), Vitoria (10), Madrid (13), Barcelona (14) y Zaragoza (15).

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Sobre la firma

Carlos Marcos
Redactor de Cultura especializado en música. Empezó trabajando en Guía del Ocio de Madrid y El País de las Tentaciones. Redactor jefe de Rolling Stone y Revista 40, coordinó cinco años la web de la revista ICON. Es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y Máster de Periodismo de EL PAÍS. Vive en Madrid.

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