‘Libre comercio a hurtadillas’
En su artículo Libre comercio a hurtadillas, del 22 de abril, Jordi Vaquer critica la negociación sobre la Asociación Transatlántica de Comercio e Inversión (ATCI) entre la UE y los EE UU, alegando su opacidad y sesgo a favor de intereses industriales, y una supuesta convergencia a la baja de los estándares europeos. Nada más alejado de la realidad: en primer lugar, las negociaciones sobre la ATCI se lanzaron tras 18 meses de consultas y análisis públicos, con un mandato democráticamente consensuado y unos objetivos claros. Además, todo el proceso se está llevando en la más absoluta transparencia, los documentos de negociación de la UE se comparten con los Estados miembros y el Parlamento Europeo y sobre la gran mayoría de temas de negociación hay documentos públicos a disposición de cualquiera. En cuanto a la convergencia regulatoria, en ningún caso se trata de bajar los estándares europeos, sino de aprovechar los beneficios de una mejor compatibilidad regulatoria entre nosotros y EE UU. Por poner un solo ejemplo, los exportadores europeos de automóviles se beneficiarán de un mejor reconocimiento mutuo de las reglamentaciones en materia de seguridad, ahora mismo dispares. Y por último, alegar que los lobbies industriales tienen más influencia es incorrecto: todos los actores de la sociedad civil siguen expresando su posición al equipo negociador. Se ha establecido un comité consultivo compuesto de 14 miembros, de los que siete representan a intereses económicos y siete a otros intereses de la sociedad civil, como sindicatos, consumidores y ONG. Acogemos favorablemente cualquier asesoramiento para alcanzar el fin último, que es el de beneficiar a la economía europea y por tanto a todos sus ciudadanos.— Francisco Fonseca Morillo. Director de la Comisión Europea en España.
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