Nuevos códigos para amar la literatura
"...mi hijo Gonzalo tuvo que contestar un cuestionario de literatura elaborado en Londres para un examen de admisión. Una de las preguntas pretendía establecer cuál era el símbolo del gallo en El coronel no tiene quien le escriba. Gonzalo, que conoce muy bien el estilo de su casa, no pudo resistir la tentación de tomarle el pelo a aquel sabio remoto, y contestó: 'Es el gallo de los huevos de oro'. Más tarde supimos que quien obtuvo la mejor nota fue el alumno que contestó, como se lo había enseñado el maestro." [Gabriel García Márquez (1981): La poesía, al alcance de los niños]
Toni Solano profesor y jefe del Departamento de Lengua y Literatura del Instituto Público de Educación Secundaria 'Bovalar' de Castellón de la Plana, comienza su relato manifestado su necesidad sentida, como profesional de la enseñanza, de enfrentarse al hermetismo del aula, de acabar con la opacidad de las instituciones escolares, y de mostrar las experiencias valiosas que en ellas se desarrollan.
Cree que su instituto no ha contado siempre con el prestigio merecido. Sin embargo, en sus aulas se venía desarrollando una labor meritoria, tratando de transformar algunos de los formatos académicos más relacionados con hasta los actuales proyectos colaborativos, buena parte de su tarea docente se ha centrado en forjar una fuerte pasión por la lectura y su recreación multimedia y audiovisual.
Un punto de inflexión en este rumbo educativo fue la realización, con estudiantes de Bachillerato, de una adaptación en vídeo de La Celestina. Le habían presentado una propuesta de guion que pensaban dramatizar y, en poco tiempo, sin más, contaron con un tráiler que anunciaba un proyecto mucho más ambicioso. Lo que empezó siendo una tarea para subir nota, acabó convirtiéndose en una auténtica productora de cine, con patrocinadores y con un estreno en una sala de proyección con familiares, amigos y profesorado.
Aquella actividad de 2010 abrió horizontes; a partir de entonces, los proyectos de lectura y literatura tenían un diseño que incluía códigos audiovisuales, adaptados siempre a distintos niveles de aprendizaje.
En Segundo de Educación Secundaria Obligatoria (ESO) se llevaba tiempo realizando una actividad de recreación poética a partir de poemas de amor, incluyendo la grabación en audio de los recitados. Poco a poco, el vídeo desplazó al mp3 y los videopoemas se convertirían en una actividad planificada todos los años. En estos momentos han subido más de 130 vídeos a su canal en Youtube.
A partir de ese momento se inicia la puesta en marcha de proyectos didácticos, de bastante calado, en colaboración con otros docentes. Quizá el más relevante, por su duración en el tiempo y por su buena acogida en la red, fue Callejeros Literarios, un proyecto realizado junto a otros docentes, editores de tres blogs de lengua: A pie de aula, Blogge@ndo y Tres Tizas; se ocupaba de investigar la vida y la obra de los escritores que daban nombre a las calles de cada localidad.
"Es posible que alguien llame al timbre de tu casa un día y te pregunte si conoces a Rubén Darío, que da nombre a tu calle. No sería extraño que al cruzarte por la calle con un grupo de adolescentes, te asaltasen cámara en mano para investigar lo que sabes sobre Pérez Galdós. Incluso podría darse el caso de que esos pequeñuelos que corren de repente hacia ti vengan a recitarte unos poemas de Machado porque acabas de sentarte a descansar en la plaza que lleva su nombre." [Callejeros Literarios llega a buen puerto, en Re(paso) de lengua]
La clave del éxito educativo de esta experiencia -comenta Toni Solano- se encuentra en la importancia que concede al contexto cercano de los estudiantes y a la combinación de los tradicionales códigos de lectura y escritura con otros nuevos como: mapas digitales, documentos colaborativos, líneas del tiempo virtuales, reportajes a pie de calle.
<td > Ver Callejeros literarios en Castelló y Borriol en un mapa más grande
"Leer, comprender, convertir en código audiovisual y generar un nuevo texto original debiera ser un modo habitual de iniciar y potenciar el conocimiento y el amor por la literatura", manifiesta Toni Solano. Después, llegaron proyectos como el Quijote sincopado, con José Daniel García. Una propuesta didáctica que exigía la realización de un cortometraje, en Stop Motion, a partir de la lectura de fragmentos de Don Quijote, en distintos niveles de ESO y Bachillerato. |
Un paseo con Antonio Machado, una iniciativa de nuevo del equipo de Callejeros, que con motivo de la celebración del centenario de la publicación de Campos de Castilla, y en colaboración con distintos centros de la geografía española, se propuso la lectura y comprensión de los poemas del libro. El producto final fue un videoclip sobre un texto que tradujera las palabras a imágenes.
Piénsame el amor que te comeré el corazón, con Mª José Chordá, Inma Contreras, J. Daniel García, Evaristo Romaguera, J. Antonio Fraga y José Luis Gamboa. Este proyecto didáctico pretendía acercar la poesía a los estudiantes. Suponía la realización de un estudio sobre el poeta seleccionado y uno de sus poemas; recreaban el estudio con una presentación (Pechakucha) y finalmente con la realización de un corto.
Las reseñas de lecturas del proyecto kuentalibros. La recomendación de una lectura, que una vez grabada y subida al blog de 'Kuentalibros' pasaba a ser compartida, como audio o vídeo-recomendación, con el resto de estudiantes de lengua española.
La continuidad en el tiempo, este duradero viaje por experiencias literarias diversas, ha generado en el alumnado la suficiente confianza para abordar nuevas propuestas de aprendizaje, nuevos proyectos y nuevas creaciones audiovisuales. Ahora se enfrentan sin miedo a nuevas iniciativas de lectura que exigen aprender y trabajar colaborativamente y por proyectos. Privilegiada manera de saber lo que se quiere y de poder contarlo, compartirlo... con todos.
Toni Solano junto a sus estudiantes del Instituto de Educación Secundaria 'Bovalar'. El patriarca Gabriel García Márquez... en una publicación de la Question digital
"La víspera del armisticio, cuando ya no quedaba en la casa un solo objeto que permitiera recordarlo, llevó a la panadería el baúl con los versos en el momento en que Santa Sofía de la Piedad se preparaba para encender el horno.
-Préndalo con esto -le dijo él, entregándole el primer rollo de papeles amarillento-. Arde mejor, porque son cosas muy viejas.
Santa Sofía de la Piedad, la silenciosa, la condescendiente, la que nunca contrarió ni a sus propios hijos, tuvo la impresión de que aquel era un acto prohibido.
-Son papeles importantes- dijo.
-Nada de eso -dijo el coronel-. Son cosas que se escriben para uno mismo.
-Entonces -dijo ella- quémelos usted mismo, coronel."
[Gabriel García Márquez. Cien años de soledad]
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