¿Cómo osa premiarme a mí?
Dada la cantidad de personajes que rechazaron un premio, es hora de preguntarse si los galardones no deberían venir con tique regalo
Las temporadas de premios, como las de la gripe, hacen que el asunto parezca mucho más grande de lo que en realidad es. En 1975, por ejemplo, Dustin Hoffman calificó alegremente a los premios Oscar de, “Obscenos, sucios… no son mejores que un concurso de belleza”. Cinco años más tarde, ataviado con esmoquin y pajarita, estaba subiendo al escenario del Dorothy Chandler Pavilion a recoger el suyo por Kramer contra Kramer. La discrepancia la resolvió asegurando que estaba allí con “sentimientos encontrado. He sido crítico con la Academia”, por si a alguien le sirve de disculpa. (Esto no le impidió llevarse la estatuilla a su casa ni entonces ni en 1989, cuando lo ganó por Rain Man, por si alguien quiere echarle en cara un cambio de parecer con 14 años de diferencia.)
Pero no todo el mundo es como Hoffman. Ha habido muchos personajes, españoles y foráneos, que mantuvieron su opinión firme aunque el premio se les hubiera concedido a ellos y espetaron un sonoro (y sonado) “No, gracias”. Son estos.
1. Javier Marías. Premio Nacional de Narrativa (2012)
La novela Los enamoramientos le valió al escritor madrileño el Premio Nacional de Narrativa, que concede anualmente el Ministerio de Cultura y que viene acompañado de 20.000 euros. Marías, sin embargo, había explicado en repetidas ocasiones que no acepta premios oficiales ni dinero que provenga de fondos públicos. Fiel a sus principios, rechazó el reconocimiento a través de una carta en la que, con exquisita educación, explicaba sus motivos.
2. Andreu Buenafuente. Micrófono de Oro (2007)
El año en el que la Federación de Asociaciones de Radio y Televisión otorgaba un Micrófono de Oro a Jiménez Losantos, le ofrecieron otro al humorista Andreu Buenafuente. Al catalán esta coincidencia no le hizo especialmente feliz. “La forma que tiene esta persona de llevar a cabo esta profesión me ofende", explicó al mundo. Y lo rechazó.
3. Thomas Pynchon. National Book Award (1974)
Thomas Pynchon es un escritor estadounidense terriblemente enigmático: solo se conocen un puñado de fotos de él y se pensó que, cuando en 1974 ganó el National Book Award por su novela El arco iris de gravedad –la cual previamente había sido rechazada por el comité del Pulitzer por obscena– la cosa cambiaría. Pues no. Como echando sal sobre la herida, Pynchon no se presentó a la ceremonia y envió a recoger el premio a un cómico.
4. Marlon Brando. Oscar (1973)
4. El que también prefirió enviar a otro a rechazar un premio en su nombre fue Marlon Brando. El, antaño, hombre más sexy de Hollywood recibió un Oscar por El padrino en 1973. Lejos de ir él a la gala, decidió enviar a Sacheen Littlefeather, una nativa americana que explicó, entre aplausos y abucheos, que el motivo que llevó a Brando a rechazar el Oscar fue la discriminación a este colectivo en el cine y la televisión.
5. George C. Scott. Oscar (1971)
Cuando este brillante intérprete resultó ganador por su papel en Patton, se hizo historia: Scott fue el primero en no acudir a la ceremonia. Tenía motivos de peso, claro: esa noche echaban por la tele un partido de hockey. Posteriormente, Scott añadiría que la gala de los Oscar “es un desfile de carne de dos horas”.
6. Jean-Paul Sartre. Nobel (1964)
Sartre osó hacer lo que muy pocos se plantearían si quiera: escribir La náusea, primero. Y, luego, cuando resultó ganador del Nobel de Literatura en 1964, algo aún peor: rechazar el galardón. Según él, las instituciones no deberían ser intermediarias de la cultura.
7. Boris Pasternak. Nobel (1958)
En todo caso, Sartre fue un privilegiado en comparación con Boris Pasternak: al menos él pudo elegir. En 1958, en plena Guerra Fría, el escritor soviético fue distinguido con el mismo premio que, sin embargo, la URSS le forzó a rechazar.
8. Depeche Mode. Brit Award (2013)
A los míticos Depeche Mode les ofrecieron el premio a toda una trayectoria en los Brits. Al principio, aceptaron encantados. Pero lo rechazaron, según Dave Gahan, cantante del grupo, tras enterarse de que ITV no tenía pensado televisar el segmento de la ceremonia en el que aceptaban el premio. El líder de la banda zanjó el asunto con precisión: “Que les jodan”.
9. Grigori Perelman. Medalla Fields (2006)
Grigori Perelman es un matemático ruso que osó rechazar el Medalla Fields (y los 15.000 dólares que la acompañan) que había ganado en 2006 por resolver la conjetura de Poincaré (uno de los siete problemas matemáticos del milenio según el Clay Mathematics Institute, que dijo que premiaría con un millón de dólares a quien resolviera alguno de ellos). Cuando también ellos intentaron embolsarle el premio, Perelman no lo quiso.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.