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Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

Subiendo el listón

La designación de la 'número dos' del PSOE para la Eurocámara envía un mensaje positivo

Los socialistas europeos están apostando fuerte por el Gobierno de Europa. El segundo grupo más numeroso de la Eurocámara ha designado ya a su candidato principal, el alemán Martin Schulz. Es una decisión relevante ahora que, por primera vez en la historia, el cabeza de lista de cada grupo político a nivel paneuropeo tiene opciones de convertirse en presidente de la Comisión. Los socialistas españoles siguen esa misma estela adelantándose a otros y proponiendo a Elena Valenciano, número dos del partido, para encabezar la lista nacional. Son decisiones coherentes con la creciente importancia del Parlamento Europeo en las políticas de la Unión.

Valenciano, al igual que Schultz, es una buena conocedora de la política europea —fue una activa eurodiputada entre 1999 y 2008— y su designación condiciona también, como la del alemán, los pasos a seguir por el gran grupo parlamentario europeo, el Partido Popular, que sigue deshojando la margarita tanto a nivel continental como a nivel nacional.

El ascenso de los partidos eurófobos y xenófobos y una crisis de deuda que ha reducido drásticamente el respaldo de la ciudadanía hacia las instituciones comunitarias son un serio motivo de preocupación para la cita electoral de mayo. En Francia, la ultraderechista Marine Le Pen podría alzarse con la victoria y su alianza con el populista y antimusulmán holandés Geert Wilders en busca de un grupo parlamentario que torpedee algunas de las políticas más emblemáticas de la UE es una firme amenaza. Frente a ello, la determinación europeísta de los socialistas es la mejor señal, máxime cuando los sondeos les otorgan una leve ventaja sobre los populares.

Respecto a Valenciano, el que interprete su candidatura como una fuga estaría desconociendo la realidad. Esta crisis ha demostrado que las políticas europeas afectan a la vida cotidiana; que es ahí donde la aplicación de las ideas tienen reflejo en la gobernanza nacional. Es importante que cunda el ejemplo —y que el PP tome nota— porque solo apuestas de tal calibre darán sentido al voto. Pero, además, porque de esa manera se podrá mejorar la gobernanza europea y sus instituciones y culminar la unión bancaria, entre otras tareas pendientes, al tiempo que se defienden valores europeístas. Con dirigentes de menos peso o en retirada de la política activa esa tarea tenderá al simulacro.

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