Un año más
El desempleo masivo, la pobreza social extendida, la violencia machista, la corrupción pública y el independentismo catalán son los asuntos más graves que heredamos de 2013. Pero sobre todos ellos se sitúa el problema más general y más profundo de la baja calidad de nuestra democracia. Esto hace que, año tras año, se demoren o retrasen las posibles soluciones de los demás problemas nuestros.
El mejor servicio a España que podrían hacer los partidos políticos antes de que termine la presente legislatura, sería proponer y llevar en su programa para las próximas elecciones generales una batería de medidas de cambios constitucionales tendentes a mejorar nuestro sistema democrático. Por poner algunos ejemplos, la separación real de poderes del Estado, las listas abiertas para la elección de cargos públicos, la elección del diputado de distrito... Toda una serie de medidas que podrían ser propuestas por la sociedad española.
Las ideas de cada partido serían diferentes, por supuesto, pero así habría al menos unas bases mínimas de cambio democrático sobre las que poder negociar entre ellos la próxima legislatura. El objetivo sería alcanzar un acuerdo básico de mejora constitucional que someter después a referéndum ante el pueblo soberano.
En política no existen las soluciones milagrosas, pero no es menos cierto que una democracia mejor ayudaría a solucionar nuestros graves problemas políticos, económicos y sociales. Sin duda.— Antonio López Lacasta.
