_
_
_
_
3.500 Millones
Coordinado por Gonzalo Fanjul y Patricia Páez

Día a día de un centro de evacuación en Filipinas

Esta entrada ha sido escrita porDiana Valcárcel, portavoz de UNICEF en Filipinas. Esta es la segunda entrada de una pequeña serie que nos recuerda que Filipinas sigue necesitando ayuda aunque ya no salga en los telediarios.

Aprilyn con sus hijos VJ y Kaynie en el centro de evacuación de San Jose, Tacloban.

El colegio de San José, en Tacloban, era antes del 8 de noviembre una escuela a la que a diario asistían a clase 3.000 niños con toda normalidad. Después del paso del tifón Haiyan/Yolanda se ha convertido en un centro de evacuación que acoge a 2.500 personas. Hay hasta ocho familias instaladas en cada aula, donde se amontonan colchones, bidones de agua, ollas con pequeñas brasas donde se cocina el arroz y el resto de pertenencias que pudieron salvar de sus casas.

Hoy llueve, el suelo está lleno de agua y barro; aún es más complicada la existencia para estas personas. Desde que he llegado me sobrecoge que no dejan de sonreír ni de agradecer la ayuda. Son toda una lección de humanidad y resistencia.

Mientras saludo a unas mujeres que están cocinando arroz en el pasillo, veo que para atravesar una de las zonas ahora inundadas por la lluvia han colocado una fila de sillas a modo de improvisado puente. Me fascina ver la creatividad en medio de tanta destrucción.

El centro de evacuación de San José era antes del tifón un colegio de 3.000 niños. Hoy acoge a 2.500 personas que se han quedado sin casas después del tifón en Tacloban.

En una de las aulas conozco a Aprilyn, una madre que abanica a su hijo VJ con la tapa de un cubo de plástico. VJ tiene fiebre hoy. A su lado está su hermana Kaynie, de un año y 10 meses. “Estamos recibiendo ayuda pero necesitamos más”. Desde el tifón, la vida para esta mujer separada está siendo muy dura. Aprilyn era masajista y sus hijos iban al colegio. Ahora su reto diario es que tengan comida, agua e higiene. Me cuenta con mucha alegría que hace unos días recibió uno de los kits de higiene que estamos repartiendo. Estos kits tienen jabón, pasta de dientes, compresas, detergente y otros artículos de necesidad básicos para mantener la higiene. “Son muy útiles porque no teníamos nada”.

En cosas tan básicas como ésta es en lo que se convierten las donaciones que tantos españoles están realizando para Filipinas. Como dice Aprilyn, van a necesitar mucha más. Y no sólo para sobrevivir a las terribles consecuencias del tifón, sino para la reconstrucción y el desarrollo a largo plazo.

En el centro de San José se ha revisado hoy el estado nutricional de 93 niños. Es fundamental prevenir la desnutrición después de una emergencia, ya que los niños han estado días sin comer y ahora los alimentos no abundan. Para ello se administrará alimento terapéutico a los niños que tienen desnutrición, y alimento suplementario y micronutrientes a los que aún están bien para prevenirla.

Antes de despedirme de Aprilyn le pregunto cómo se siente. Me dice que está preocupada por el futuro de sus hijos. “Me gustaría reconstruir mi casa y que mis hijos vuelvan a la escuela”. A pesar de la destrucción que le rodea, Aprilyn se atreve a soñar un futuro mejor. Y hace muy bien.

Comentarios

Perdón por este comentario, pero en  CapitanFood cumplimos un año. Hace una año que inauguramos nuestra web/blog y queríamos daros las gracias por vuestras visitas, comentarios, apoyos y reservas online. Este año que entra seguiremos buscando esos restaurantes geniales con precios super asequibles, y esas recetas secretas. Muchas gracias a todos http://www.capitanfood.com http://youtu.be/CceYMuwFZEQ
Una relato muy conmovedor.Gracias por contarlo!
ese puente de sillas en medio de tanta destrucción, conmueve. nos dice algo. nos transmite algo. esperanza. humildad. un comienzo. algo irreductiblemente humano, fraternal, positivo... no sé... no quiero ponerme tontorrón. es muy fácil ponerse a buscar palabras a no sé cuantos mil kilómetros y tomando un café, pero sí, diana, a mí esas sillas me dicen muchas cosas. gracias por haberlas visto. besazos!!!
Perdón por este comentario, pero en  CapitanFood cumplimos un año. Hace una año que inauguramos nuestra web/blog y queríamos daros las gracias por vuestras visitas, comentarios, apoyos y reservas online. Este año que entra seguiremos buscando esos restaurantes geniales con precios super asequibles, y esas recetas secretas. Muchas gracias a todos http://www.capitanfood.com http://youtu.be/CceYMuwFZEQ
Una relato muy conmovedor.Gracias por contarlo!
ese puente de sillas en medio de tanta destrucción, conmueve. nos dice algo. nos transmite algo. esperanza. humildad. un comienzo. algo irreductiblemente humano, fraternal, positivo... no sé... no quiero ponerme tontorrón. es muy fácil ponerse a buscar palabras a no sé cuantos mil kilómetros y tomando un café, pero sí, diana, a mí esas sillas me dicen muchas cosas. gracias por haberlas visto. besazos!!!
Perdón por este comentario, pero en  CapitanFood cumplimos un año. Hace una año que inauguramos nuestra web/blog y queríamos daros las gracias por vuestras visitas, comentarios, apoyos y reservas online. Este año que entra seguiremos buscando esos restaurantes geniales con precios super asequibles, y esas recetas secretas. Muchas gracias a todos http://www.capitanfood.com http://youtu.be/CceYMuwFZEQ
Una relato muy conmovedor.Gracias por contarlo!
ese puente de sillas en medio de tanta destrucción, conmueve. nos dice algo. nos transmite algo. esperanza. humildad. un comienzo. algo irreductiblemente humano, fraternal, positivo... no sé... no quiero ponerme tontorrón. es muy fácil ponerse a buscar palabras a no sé cuantos mil kilómetros y tomando un café, pero sí, diana, a mí esas sillas me dicen muchas cosas. gracias por haberlas visto. besazos!!!

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_