¿Crisis? ¿Qué crisis?
Un cuadro de Francis Bacon se vende por más de 105 millones de euros y bate el récord de obras vendidas en una subasta
El pasado martes, en uno de los grandes salones de subastas de Christie’s en Nueva York, se vendió el cuadro Tres estudios de Lucian Freud, de Francis Bacon, por 142,2 millones de dólares (105,8 millones de euros). La cifra es la mayor alcanzada por un cuadro en una subasta. Pero es que, ese mismo día, Christie’s batió otro récord: nunca en una única jornada su recaudación había sido tan grande: 691,5 millones de dólares.
Por lo que toca al cuadro de Bacon, se trata sin discusión de una de sus obras maestras y contiene, además, un reclamo adicional: es el retrato que uno de los grandes de la pintura británica hizo de otro grande de la misma nacionalidad, Lucian Freud. Así que se entiende que el reducido círculo de multimillonarios se pelearan a muerte por la pieza y esta alcanzara esa cantidad estratosférica.
Otro de los triunfadores fue Jeff Koons, el artista vivo más cotizado. Su escultura Ballon Dog (Orange) se vendió por 43,3 millones de euros. No es ninguna pieza especial en la obra de un artista amigo de copiarse a sí mismo.
Por lo que se ve, la crisis no ha llegado al mundo del arte. Si alguien sugiere que los precios están inflados y que estallarán, enseguida una autoridad levanta la voz para desmentir el infundio. “No es una burbuja”, dijo estos días Brett Gorvy, uno de los grandes expertos en el arte de posguerra de Christie’s. “Es el comienzo de algo nuevo”.
No dio muchas explicaciones, pero quizá no ande descaminado. Lo que parece estar pasando en esas imponentes subastas tiene sobre todo que ver con su condición de imponentes.
Los nombres que se barajan suelen ser los de los artistas más afamados, pero conviene detenerse en los compradores: grandes financieros que se han enriquecido con fondos de alto riesgo, nuevos millonarios de países emergentes, fortunas que proceden del cine o del propio mundo del arte... Es curioso: todavía no hay ningún futbolista, pero todo se andará. Les gusta el espectáculo y gastar toneladas de dinero en arte es dar espectáculo. ¿Sigue siendo un buen negocio? Hay respuestas diferentes a esta pregunta. Para saber de verdad cómo va el mundo del arte, hay que preguntarle a un coleccionista cualquiera. Estos sí conocen las complicaciones de una crisis.
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