La eterna comparación
Los españoles solemos comparar insistentemente a España con otros países, como queriendo demostrar lo mal que hacemos las cosas y lo bien que lo hacen fuera de nuestro país.
Desde que comenzó el proceso soberanista iniciado por Artur Mas, los partidarios de la separación han comparado la reacción de España ante esta situación a la de Reino Unido con Escocia o a la de Canadá con Quebec.
Pero al realizar esta comparación no se menciona que las reacciones de estos países son excepciones en el contexto internacional. De esta manera, países como Estados Unidos, con Texas; Bélgica, con Valonia y Flandes; Italia, con la Padania; Francia, con Córcega; o el mismo Reino Unido, con Irlanda del Norte, no han considerado adecuado que una parte de la nación se separara del resto.
Tal vez, por tanto, cabría considerar que las comparaciones en el contexto internacional suelen ser complejas por la diversidad de situaciones existentes, situaciones que hay que entender adecuadamente antes de realizar comparaciones que no ayudan a alcanzar conclusiones fundamentadas en la realidad.— Moisés Gómez Díaz. L’Hospitalet de Llobregat, Barcelona.
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