Solidaridad perruna

Madrid amaneció lluvioso y gris el pasado domingo, el tiempo propio de un fin de semana de otoño y tal y como el hombre del tiempo había pronosticado. Pero a las 10 de la mañana el sol se impuso a las nubes y eso facilitó el trayecto a cientos de corredores con sus mascotas por los escasos tres kilómetros que unen la Plaza de Colón con el final del Paseo de Coches del parque del Retiro. Los ladridos y las risas inundaron unas calles que de otra forma hubieran estado casi vacías, como una mañana cualquiera de domingo. Los escasos transeúntes se paraban a mirar desde las aceras semejante despliegue de corredores y perros disfrutando de la buena sintonía que transmitían mascotas y humanos. Otros paseantes se incorporaban sobre la marcha a la carrera, arrastrados por sus canes. “No sabía nada de la carrera, pero Botón ha empezado a ponerse nervioso y a tirar de mí dos manzanas antes de llegar al Retiro y no me ha quedado más remedio que trotar”, reconocía divertido el dueño de un beagle. “¿Qué pasa hoy que hay tanto perro en el Retiro?”, preguntaba Claudio que paseaba junto a su nieto. “¡Si a estas horas otros domingos no hay casi nadie!”

Lo que pasaba era la segunda edición del Perrotón, una carrera solidaria por la adopción y la tenencia responsable de animales de compañía, a la que se inscribieron 2.000 participantes, frente a los 1.500 del año pasado, y que tuvo que cerrar hace varias semanas las admisiones, ya que los organizadores se sentían incapaces de manejar más asistentes durante un trayecto tan corto. Muchos de los inscritos al final no asistieron a la carrera y otros, inscritos o no, esperaban al final del trayecto en lo que se convirtió en toda una fiesta perruna. Pero incluso entre los amantes de los animales, no faltan los inconscientes. “Hay que tener cuidado porque los hay que sueltan a sus perros y, claro, con semejante concentración de animales es una irresponsabilidad. Pero, en general, estamos más a título preventivo, no suele pasar nada grave”, reconocía Carmen, una veterinaria enviada por el Colegio de Veterinarios a supervisar la carrera.

Los beneficios del Perrotón se destinan íntegramente a Mascoteros Solidarios, una ONG que se dedica a ayudar a cualquier protectora de animales o asociación en favor de las mascotas que así lo solicite. “A juzgar por los participantes inscritos, se habrán recaudado unos 12.000 euros que permitirán hacer frente a 30 operaciones muy graves de animales, por ejemplo, y esos animales son en su totalidad adoptados, así que la labor es doble”, aseguraba a pie de escenario Carlos Rodríguez, el presidente de la ONG. “La crisis se ha cebado con el mundo animal, la situación de las protectoras es muy difícil, están desbordadas por la cantidad de animales abandonados y han dejado de percibir muchos de los fondos que les permitían sobrevivir en el pasado. Y nosotros tratamos de centralizar las ayudas, es una forma mucho más efectiva que si vamos por separado”, aseguraba.

Coco corrió todo el trayecto --y yo arrastrada por él, claro--, incrédulo de ver a tantos perros juntos haciendo una de las cosas que más le gusta. Y se encontró a algunos primos y amigos del parque, como Emma y Xana, que quedaron con sus dueñas para acercarse al final de la carrera y disfrutar de una mañana dedicada casi a ellos en exclusiva.

Coco se encontró con unos primos en la meta.

Ante semejante éxito los organizadores tienen pensado convocar nuevas carreras para 2014 en Barcelona y Marbella, junto a una tercera edición de la carrera de Madrid. “Sinceramente no esperábamos tanto entusiasmo, trajimos la idea de México, cuando vivíamos allí y nos alegra mucho la respuesta de la gente”, aseguraba el equipo de Alejandra Botto, la impulsora del proyecto. Así que para los que se han perdido esta carrera y estén pensando en el próximo año, que no desistan. Tienen 12 meses por delante para prepararse y el buen rollo puede más que la cuesta de la calle de Alcalá, palabra. A la próxima, no puedes faltar y con seis euros se pueden hacer muchas cosas.