Premio a la nota de prensa más absurda
Estoy feliz de recibir las informaciones de los periodistas que trabajan en el lado oscuro de los gabinetes de comunicación, tanto las que me sirven para algo como las que simplemente me deleitan
Estará muy castigada por el amarillismo, el sectarismo y la precariedad laboral, pero la profesión de periodista sigue teniendo cosas buenas. No, no hablo de la noble satisfacción de informar a los ciudadanos o de denunciar situaciones injustas, ni de la no tan noble prebenda de disfrutar de invitaciones a saraos de todo pelaje. Me refiero a la magia de recibir en tu correo electrónico notas de prensa inútiles, estrambóticas o simplemente estúpidas.
Una colega de oficio y yo compartimos la pasión por esta clase de comunicados y nos mandamos mutuamente los tesoros que de cuando en cuando aterrizan en nuestros buzones. Ella, que escribe de cocina, pero también de moda, siempre me mantiene al tanto de las novedades de fajas Spanx, porque sabe que son mis favoritas. Nada enriquece más mi acervo cultural que enterarme de que los refajos en los que se embuten Beyoncé o Jennifer López “evitan el efecto flan” (temblor celuliticocarnal) o “acaban con el muffin top” (lorza rebosante que te hace parecer una magdalena enorme).
Yo correspondo reenviándole joyitas promocionales de la gastronomía hispánica. La imagino parando máquinas y corriendo a llamar a los directores de todos los medios para los que trabaja tras recibir una nota de prensa con el título “Juanjo Puigcorbé y Lola Marceli cenan en el restaurante Ponteareas de Madrid”, supernotición verídico acaecido en mayo que inexplicablemente no abrió ni los informativos de televisión ni los diarios del día siguiente.
No me juzguen mal los compañeros que curran en el lado oscuro, que es como algunos llamamos con cierta arrogancia al mundo de los gabinetes de comunicación. En muchas ocasiones, su trabajo es tan meritorio como difícil, y si entre los suyos hay necios, seguro que entre los periodistas que ejercemos como tales abundan aún más. Personalmente, yo estoy feliz de recibir sus informaciones, tanto las que me sirven para algo como las que simplemente me deleitan por su absurdez.
En este segundo apartado, me gustaría compartir con ustedes el último regalo del cielo que ha entrado en mi Gmail. El titular de la nota de prensa reza así: “Los fans de Burger King invitarían antes a Mario Vaquerizo que a Rafa Nadal o Ana Botella”. Y el texto cuenta cómo una encuesta de la cadena de comida rápida en su página de Facebook —chupaos esa, Metroscopia y Sigma Dos— ha revelado tan crucial dato. ¿A que conocerlo les ha cambiado la vida? A mí también.
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