Infancia entre las olas
Un apunte al bonito reportaje sobre los orígenes del surf firmado por Karelia Vázquez en El País Semanal del 21 de julio pasado.
El texto trajo a mi memoria mi infancia transcurrida en el barrio marinero de San Cristóbal en Las Palmas de Gran Canaria. Me remonto a los años cincuenta y sesenta. Ni conocíamos el surf ni existían las magníficas tablas que hoy proliferan por todas las playas de España.
Pero los niños del mencionado barrio practicábamos lo que nosotros llamábamos “sebar balaera”. Ignoro el origen de tal nombre. La actividad consistía en cabalgar las olas de una manera muy parecida a lo que hoy es el surf. Utilizábamos para ello unas maderas llamadas por los marineros panas, que se solían emplear para proteger la pesca en el fondo de las barcas de la acción del sol.
Esto naturalmente nos acarreaba las correspondientes reprimendas de los marineros, legítimos dueños de las tablas. Pero para nosotros suponía el mayor disfrute. Cualquier surfista de hoy lo comprendería. Creo modestamente que a nuestra rudimentaria manera fuimos unos precursores del surf.
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