Sacar partido al bebé real

Horas después de venido al mundo, al nuevo príncipe de la dinastía Windsor le llueven las responsabilidades. Una de ellas consiste en fijarse bien en su bisabuela para aprender cómo se hace perdurar “el contrato tácito” entre la Monarquía y el pueblo, según el diario conservador The Times. Culmina así el protagonismo recuperado por la reina Isabel II en vísperas de los Juegos Olímpicos de Londres, cuando la glorificación patriótica y las repeticiones del God save the Queen saludaron el 60º aniversario de la monarca en el Trono.

El príncipe reinará o no —su abuelo y su padre le preceden en el orden de sucesión de la Corona— pero Reino Unido cabalga sobre una ola de fervor, como si fuera la garantía de un país venido a menos respecto de los viejos buenos tiempos imperiales. O al menos, para que el esfuerzo dedicado a mantener viva la tradición se refleje adecuadamente en los negocios, por lo menos en algunos con impacto a corto plazo.

Así, la página oficial del Turismo inglés (VisitEngland, una ONG con subvención gubernamental) ha lanzado curiosas ofertas. Tras indicar que “parece” que el embarazo real está detrás del mayor pico de natalidad en Inglaterra desde hace 40 años (se espera el nacimiento de más de 700.000 bebés este año, un número no superado desde 1971), propone hoteles para madres y padres primerizos, mimos pre o posnatales para mamás, catas de vinos para papás a fin de “celebrar el nacimiento como un rey”, y facilidades varias a familias con bebés o niños pequeños, además de la obligada visita a la ciudad de Windsor.

Y las redes sociales se han llenado de anuncios de marcas de grandes productos de consumo celebrando el advenimiento del bebé real, mientras un portavoz de palacio expresaba su comprensión hacia la industria de fabricación de recuerdos por aprovecharse de este nacimiento.

Más allá del impacto inmediato, algunos analistas prevén efectos a largo plazo basados en la popularidad de la realeza, que ayuda a apuntalar la imagen de Reino Unido en el extranjero y es una de sus marcas más valiosas. Tradición y modernidad, nunca mejor dicho...