Cuando Hacienda no quiere cobrar

Soy un inversor bursátil preocupado y también sorprendido por el absurdo regalo que Hacienda está haciendo a algunas empresas del Ibex. Se ha extendido la costumbre de pagar dividendos en acciones, el llamado Script Dividend. Esto no deja de ser un artificio contable para no soltar cashy hacer ampliaciones encubiertas que retribuyan a los accionistas, evitando de paso que estos paguen impuestos (entre el 21% y 25%) ya que venden sus derechos en el mercado. Luego —se dice— los deducirás de tu precio de compra, pero vete a controlar esto dentro de 20 años. La broma supone que una parte significativa de los 25.000 millones de euros que se pagan anualmente en dividendos utilizan esta fórmula, e impide a Hacienda recaudar del orden de 6.200 millones.

Esta práctica, que en un principio era esporádica, ahora es masiva. Desde el punto de vista empresarial no deja de ser un disparate, pues implica una dilución muy fuerte de la acción, el capital aumenta anualmente en el importe del dividendo y a este nuevo capital también habrá que retribuirlo. Implica una caída de beneficio por acción, subida de Per, etcétera, pero poco parece importarle a los gerentes que así salvan los muebles este año, que es de lo que se trata.

Para los ahorradores es también un problema pues necesitan este dinero para atender sus gastos corrientes, y este artificio te obliga a estar pendientes de las fechas de pago, seguir cotizaciones de derechos y venderlos. A menos que estés al tanto, te adjudican acciones que luego tienes que vender y pagar unas comisiones a los bancos y la Bolsa superiores incluso al propio importe recibido, todo un negocio.

Debería imperar el sentido común: estos dividendos deben abonarse como se ha hecho toda la vida, con cargo a los beneficios del año anterior y en efectivo. Y este aumento de recaudación debe destinarse a no penalizar el ahorro, algo fundamental para nuestro futuro. Dejémonos de tramos y subidas. Que se recupere el 21% para todas estas rentas, y punto.— Antonio de la Hoz.