La vida de los demás

Tras haber leído el reportaje Humillados por diferentes (domingo 12 de mayo) contra la homofobia, me gustaría compartir mi caso. Soy un hombre joven (29 años), homosexual y que ha sido acosado en el colegio. Este acoso era principalmente verbal, aunque también lo fue físico. Mi entorno (menos el reducido grupo de niñas con el que me relacionaba y que empeoraba la situación) se aseguró de que comprendiera que merecía su desprecio.

La situación se agravaba en casa porque no tenía ningún tipo de apoyo familiar. Me gustaría decir que todo eso ha pasado, que soy un hombre nuevo y que mi vida es feliz y plena, pero no es así. Soy incapaz de mantener una relación sentimental estable porque solo me fijo en quien me rechaza, pues es el único sentimiento ajeno a mí con el que estoy familiarizado; aun así, he conseguido ser una persona académicamente destacada y muy sociable. Y sí, he contemplado el suicidio, he tomado drogas de joven y he bebido muchísimo.

Desgraciadamente, hay casos extremos y continuados de homofobia delante de nuestras narices, en todos los ámbitos. No solo basta con aplicar las leyes, hay que aprender a respetar, por mucho que no nos guste, la forma de vida de los demás. No me escondo, porque he decidido aportar mi granito de arena y aporto mi experiencia en conversaciones personales sin necesidad de vulgaridades o provocaciones. Aun así, hay mucho camino por recorrer para muchos de nosotros, tanto exterior como interior.