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Columna
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¿Quién gobierna?

Juraría que ninguna idea distrae al presidente mientras contempla las tareas de gobierno, quiero decir, de demolición

Manuel Rivas

El ministro de Justicia declara ahora que no es una idea propia la vuelta de tuerca retrógrada sobre los derechos de la mujer. En concreto, empeorar una legislación, la que regula el aborto, sobre la que existe un razonable consenso social. Gallardón tiene dos dedos de frente, e incluso más, como se puede medir en las fotos. Sabe que esa decisión enzarza a la sociedad española de forma innecesaria y va a complicar todavía más la vida de muchas mujeres. ¿Por qué, entonces, se presta a jugar ese papel? ¿Quién gobierna realmente? También el ministro de Educación y Cultura tiene dos o más dedos de frente. No acabo de entender como una frente tan despejada y liberal pueda propugnar llevar a la hoguera la Educación para la Ciudadanía y reimponer la obligatoriedad de la Religión a efectos contables. Supongo que tampoco es una idea propia de Wert y que la nueva ley se posó en su despacho por un milagro de traslación. En la televisión pública se recomienda a los parados rezar para hacer frente a la crisis. Es de esperar que la ministra de Trabajo ordene la distribución de cirios y cilicios en las oficinas de empleo. En el telediario, en una pieza maestra del periodismo de investigación, alertan a los padres para que vigilen la vestimenta de las hijas, evitando prendas provocadoras. Tal vez es una idea del Gran Wyoming. Otro ministro con varios dedos de frente es el de Interior. Sería aventurado pensar que haya sido suya la idea de volver a homenajear a la División Azul, enviada en apoyo de Hitler, cuando en los campos nazis morían miles de antifascistas españoles declarados apátridas. Me temo que en este caso no podemos echarle la culpa a Angela Merkel. Tampoco a Rajoy. Juraría que ninguna idea distrae al presidente mientras contempla las tareas de gobierno, quiero decir, de demolición.

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