Siria: Naciones Unidas dice ¡basta!
Esta entrada ha sido escrita por la Directora Global de Comunicación de UNICEF, PALOMA ESCUDERO. Hoy se celebra en el Consejo de Seguridad de la ONU una sesión especial sobre la situación de Siria.
Niños en el campamento de refugiados deZa´atari, Jordania. Foto: UNICEF.
Llevo casi 20 años trabajando en organizaciones humanitarias. He conocido en directo las consecuencias de la crisis de Ruanda, el huracán Mitch, el terremoto de Haití, las crisis del Cuerno de África y del Sahel…Y puedo decir que en los últimos diez días, en mi nueva responsabilidad en Nueva York como Directora global de Comunicación de UNICEF, he podido vivir en directo la enorme responsabilidad y compromiso que hay detrás de un comunicado sin precedentes de cinco agencias humanitarias de Naciones Unidas pidiendo el fin de la violencia en Siria de forma clara y contundente: ¡Basta! Enough is enough!
En los últimos dos años, todas las organizaciones humanitarias trabajando dentro o fuera de Siria hemos vivido reuniones diarias centradas en cómo atender a millones de personas que lo han perdido todo. Hemos acompañado nuestro trabajo en los campos de refugiados de Jordania y Líbano o en las campañas de vacunación y educación dentro de Siria con llamamientos continuos pidiendo el cese de la violencia, el respeto a la población civil y el apoyo financiero de gobiernos y ciudadanos para poder garantizar nuestro trabajo humanitario. Pero pocos nos han escuchado.
Hace diez días, el equipo de UNICEF en Oriente Medio dio la voz de alarma: si el número de niños y familias que necesitan ayuda humanitaria sigue creciendo cada semana a este ritmo vertiginoso, no podemos garantizar el mantenimiento de nuestras operaciones con los fondos disponibles. Por primera vez, debíamos considerar el cierre de programas dentro de Siria en salud, protección y educación (solo un 6% de los niños de Aleppo están escolarizados, cuando hace dos años era el 85%, dos millones de niños) y nuestro trabajo diario atendiendo a la población refugiada y a las comunidades de acogida en Jordania, Líbano, Iraq y Turquía con agua, saneamiento, campañas de vacunación, centros de salud y escolarización. Y no éramos los únicos. Lo que estábamos viviendo en el equipo de UNICEF también lo estaban sufriendo otras agencias humanitarias clave en la zona como ACNUR, la OMS, OCAH y el PMA.
Lo que sí fue diferente fue la solución a este inmenso problema. Por primera vez, no fue una petición de fondos a gran escala, aunque la necesidad no puede ser más crítica. Por primera vez la solución se centró en la causa de la tragedia humanitaria y no solo en sus consecuencias. Los líderes mundiales de UNICEF (Anthony Lake), ACNUR (António Guterres), OCAH (Valerie Amos), el PMA (Ertharin Cousin) y la OMS (Margaret Chan), decidieron hablar alto y claro, con una sola voz exigiendo el fin de la violencia y el sufrimiento de millones de sirios dentro y fuera de sus fronteras.
En una carrera contra reloj, se acordó un comunicado conjunto advirtiendo que si no se consigue pronto una solución política para acabar con esta guerra interminable, las organizaciones nos veremos obligadas a descontinuar muchos de nuestros programas vitales para millones de personas víctimas de la violencia dentro y fuera de Siria. Y este llamamiento se ha comunicado en un vídeo donde los máximos responsables piden bien alto y bien claro que acabe la parálisis internacional que está llevando a la región a sufrir la mayor crisis humanitaria del siglo XXI.
El vídeo se grabó en Nueva York, Roma y Ginebra en muy pocas horas, en un plan de trabajo coordinado hasta el detalle con los equipos de la región y de más de veinte países donde era critico conseguir este apoyo a nuestro llamamiento. El resultado es claro: cuando pones a las personas más vulnerables en el centro de la agenda política, empiezas a mover corazones y voluntades.
Hoy 18 de abril se reúne el Consejo de Seguridad en Nueva York para discutir otra vez más la crisis en Siria. Lakhdar Brahimi presentará su informe sobre la situación humanitaria en Siria el 19 de abril. Esperemos que nuestro mensaje presida esa reunión. En nombre de todos los que han sufrido tanto, y de muchos otros cuyo futuro pende de un hilo: ¡Basta! Aúnen y utilicen su influencia, ahora, para salvar al pueblo sirio y salvar a la región del desastre.
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