La reina Sofía se lanza a bailar
De viaje de cooperación en Mozambique, se atrevió con la chingomana, la danza de las mujeres del país
Al mal tiempo buena cara. Eso es lo que parece que ha decidido hacer la Reina en estos tiempos convulsos. Doña Sofía se encuentra esta semana en Mozambique en viaje de cooperación. Allí, vestida con una capulana tradicional del país y con un calor sofocante, se lanzó a bailar la chingomana, que es la danza de las mujeres del país. Fue en la aldea de Pungana a unos 80 kilómetros al norte de Maputo.
Doña Sofía ya estuvo en Mozambique hace 15 años. Ahora ha regresado, en su primer viaje oficial del año, para apoyar el trabajo que desarrollan los cooperantes y buscar uevas formas de colaboración. La Reina ha llevado dos toneladas de productos farmacéuticos y de nutrición infantil, donados por laboratorios Normon como parte del convenio que mantiene con fundación que lleva su nombre.
El envío a Mozambique incluye 1.440 litros de leche para lactantes y medicamentos para tratamiento contra el tifus, la tuberculosis y la malaria, entre otras enfermedades. Esta última es endémica en todo el país, siendo la malaria cerebral una de las principales causas de muerte en algunas zonas rurales. La tuberculosis también afecta en altas tasas a la población, que afronta a su vez unos niveles de VIH-sida de en torno al 15%.
Mozambique es el segundo país de África, por detrás de Marruecos, que más recursos recibe de España —8,3 millones en 2012— pero la crisis ha mermado las ayudas. España lidera el recorte en ayuda oficial al desarrollo dentro de la OCDE: Entre 2011 y 2012, la cantidad dedicada a fomentar programas en países pobres cayó un 49%.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.