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Pistorius: ¿un hombre “roto y al borde del suicidio” o un arrogante?

Sus amigos aseguran que el atleta está “emocional y físicamente” hundido.- “Sobreviviré, siempre gano”, le dijo a un policía tras su detención

Oscar Pistorius, ante el juez tras su detención.
Oscar Pistorius, ante el juez tras su detención.EFE

Oscar Pistorius es un “hombre roto y al borde del suicidio”. Quien así habla es Mike Azzie, amigo del paralímpico, acusado de matar a su novia, la modelo Reeva Steenkamp, la madrugada del 14 de febrero. A punto de cumplirse un mes del asesinato que ha dejado a la sociedad sudafricana huérfana de uno de sus ídolos más queridos, el tío Mike, como le llaman los Pistorius, ha advertido que el velocista es ahora la sombra del héroe que sorprendió al mundo con sus prótesis de titanio. Sin embargo, su tío carnal, Arnold Pistorius, ha asegurado que su círculo más íntimo no comparte el dramático diagnóstico, según la web Eye Witness News.

Azzie añade más salsa a este culebrón y aparece en el documental que anoche tenía previsto emitir la cadena británica BBC3 titulado “¿Pistorius, qué pasó realmente?”. En él retrata a un Pistorius roto “emocional y físicamente”, a imagen de un hombre “que camina dando círculos sin saber a dónde va”, en las antípodas de la perseverancia que el paralímpico mostró cuando peleó por competir en unos Juegos Olímpicos ordinarios.

Eso ya es historia. La tragedia del asesinato de su novia ha dejado a Pistorius “sin confianza”, como delata incluso su “tono de voz”, detalla el tío Mike. Sin embargo, el documental revela la reacción casi chulesca del atleta la misma noche del crimen. Un policía le habría dicho que “podría estar una larga temporada en la cárcel” por asesinato, a lo que el paralímpico le espetó: “Sobreviviré, siempre gano”.

El amigo insiste en que Pistorius siempre tiene el nombre de su novia en la boca y pide a sus allegados que “recen por ella y su familia”. Al día siguiente de salir en libertad bajo fianza, el deportista organizó en casa de su tío Arnold una ceremonia íntima en recuerdo de Steenkamp, a la que acudieron su padre y sus dos hermanos.

Pistorius tiene prohibido volver a su lujosa casa de Pretoria, donde murió su novia y hablar con los vecinos citados a declarar como testigos en el juicio, que en principio está señalado para el 4 de junio, aunque con toda seguridad se pospondrá unos meses.

La prensa sudafricana no ha dejado de publicar ni un sólo día detalles del caso. Hay versiones para todos los gustos, desde que el paralímpico no se ha atrevido a llamar a los desconsolados padres de su novia, hasta que les envió un ramo de flores para que supieran que están en su pensamiento.

Lo que parece claro es que los Steenkamp tienen previsto denunciar a Pistorius por la vía civil, para intentar resarcirse económicamente de la muerte de su hija, de 29 años.

Precisamente, otra preocupación de los Pistorius es el tema económico. Después de su acusación, que le podría costar la cadena perpetua si es condenado por asesinato premeditado como pide el fiscal, el paralímpico se ha tenido que retirar de las competiciones y no tiene más ingresos regulares. El atleta pagó un millón de rands (algo así como 85.000 euros) para obtener la libertad condicional, el pasado 22 de febrero, y tiene que hacer frente a las minutas de uno de los mejores bufetes de Sudáfrica. Por ello, su portavoz ha anunciado que tiene intención de vender algunas propiedades. En primer lugar, quiere poner en el mercado la casa dónde Pistorius mató a su novia en vigilias de San Valentín. En una declaración jurada, el deportista se defendió de las acusaciones de la fiscalía asegurando que confundió a la chica con un ladrón y le disparó cuatro tiros a través de la puerta del baño.

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