Guerra de tronos
Figura de ejemplo para muchos y de desprecio para otros, así era el fallecido presidente de Venezuela, Hugo Rafael Chávez Frías. Dejando un país dividido, socialmente aturdido y políticamente quemado en el que la economía cada vez se marca un pulso más moribundo que vibrante, y la delincuencia parece ser el único negocio rentable y en auge, ahora entra en juego la posibilidad, que no deja de ser una esperanza casi nula, de que Venezuela apueste por el crecimiento sin dejar de lado las políticas sociales y a los más necesitados. Para muchos venezolanos llegó el momento de demostrar su capacidad de adaptación a un nuevo rumbo político, social y económico, aunque primero tengan que sortear los obstáculos de una posible “guerra de tronos” al que optan dos hipotéticos candidatos: Nicolás Maduro, visto como el delfín de Chávez, y Henrique Capriles, aclamado por la mayoría opositora al régimen chavista. En cualquier caso, una nueva Venezuela ya está en camino bien sea por el socialismo descafeinado de Maduro o por la derecha más cercana al pueblo que marca Capriles.— Jonás Álvarez Rama.
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