Abusos consentidos
Las compañías de servicios nos ofrecen frecuentemente establecer acuerdos mediante una grabación telefónica de voz. Luego suele ocurrir que al llevarse los acuerdos a la práctica, cuando llega la factura, observamos que las compañías no se ajustan a lo grabado, siempre en contra del particular, que se queda sin pruebas. El sistema va en contra de la legalidad por cuanto siempre, excepto en estos casos, de los contratos tienen copia todas las partes. Como siempre la indefensión del particular vuelve a quedar manifiesta. Lo peor no es la actitud de estas empresas, sino la de nuestros gobernantes que las consienten y aplauden. No nos puede extrañar: luego acaban en sus consejos de administración. ¿Tan difícil sería acordar los contratos por correo electrónico? ¿Cuándo acabaremos con los abusos de las empresas energéticas y de telefonía?— Manuel J. Ruiz Ortega.
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