“Quiero ser el primer astronauta iraní”
Ahmadineyad revela la peculiar misión que se ha impuesto en nombre de la ciencia de su país
A diferencia de Hillary Clinton u otros políticos que no terminan de aclarar su futuro cuando dejan el cargo, el presidente iraní Mahmud Ahmadineyad parece estar considerando proyectos de más altos vuelos. El locuaz mandatario ha dejado caer esta mañana que estaría dispuesto a convertirse "en el primer astronauta del programa espacial iraní". Ahmadineyad, que concluye su segundo y último mandato este año, hizo esa sorprendente sugerencia al inaugurar una exposición sobre los logros espaciales de Irán en la que se presentaron dos nuevos pequeños satélites de fabricación local.
"Nuestra juventud está decidida a que de aquí a cuatro o cinco años enviemos un hombre al espacio y estoy convencido de que va a lograrse. Estoy dispuesto a ser el primer humano enviado al espacio por científicos iraníes, aunque sé que hay muchos candidatos", declaró el presidente, según recoge la agencia IRNA.
Ahmadineyad parecía responder a quienes han mostrado dudas sobre la capacidad iraní en ese terreno. Irán, que ha expresado la intención de enviar un hombre al espacio para 2020, anunció la semana pasada que había puesto en órbita una cápsula con un mono y que lo había recuperado vivo. La hazaña, que portavoces iraníes celebraron como un importante paso hacia su objetivo de un vuelo tripulado, ha sido ampliamente cuestionada en la prensa internacional. Las imágenes difundidas por los medios de comunicación iraníes ofrecen notables diferencias entre el simio que despegó de Irán y el que presuntamente regresó a la tierra.
Aunque el presidente iraní acostumbra a mostrarse provocador en sus comentarios, no está claro si su deseo de convertirse en astronauta iba en serio o estaba bromeando. Ingeniero de formación, durante sus ocho años al frente del Gobierno ha hecho del desarrollo de la tecnología autóctona uno de los pilares de su política, convirtiéndose en el más firme defensor del controvertido programa nuclear y de una inopinada ambición espacial que sólo añade más dudas a las intenciones de aquél. Estados Unidos y sus aliados temen que pueda servir para desarrollar misiles de largo alcance capaces de trasportar una cabeza atómica, algo rechazado de plano por los portavoces iraníes.
De hecho, en la misma intervención, Ahmadineyad también se manifestó dispuesto a "dejarse subastar" y entregar lo recaudado al programa espacial para contrarrestar las sanciones internacionales que están castigando el empeño nuclear de su país. A pesar de seis resoluciones de la ONU, Teherán se niega a suspender el enriquecimiento de uranio hasta que quede clara la naturaleza pacífica de su desarrollo atómico.
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