Mujeres en el campo de batalla
Añadir mujeres a los cuerpos de liderazgo impulsará una cultura militar más sana y libre de abuso y escándalos llenos de testosterona
La decisión del Pentágono de poner fin a su prohibición a las mujeres en combate es un triunfo de la igualdad y el sentido común. Con la apertura de los empleos en infantería, artillería y otros del campo de batalla a todos los miembros cualificados del servicio sin importar el sexo, los militares están demostrando que la discriminación categórica no tiene cabida en una sociedad que honra la equidad y la igualdad de oportunidades.
(...) Las mujeres han estado en lo más reñido del combate en Irak y Afganistán durante más de una década. Más de 280.000 han sido desplegadas allí, miles han resultado heridas y 150, muertas.
(...) El Pentágono también se enfrentaba a la presión de las demandas, entre ellas una (...) que alegaba que la discriminación basada en el género era inconstitucional y perjudicaba injustamente sus carreras.
Una demandante, la mayor María Jennings Hegar, piloto de helicóptero de la Guardia Nacional del Aire, que fue derribada y herida en Afganistán, dijo que no podía buscar posiciones de liderazgo de combate, ya que, en opinión del Pentágono, no había participado oficialmente en combates. (...)
Algunos comentaristas de derechas han resucitado falsos estereotipos de que las mujeres no lo aguantarían y advertido de que serían capturadas y violadas y los hombres alcanzados por disparos al tratar de protegerlas en vez de matar al enemigo. (...) Añadir mujeres a los cuerpos de liderazgo impulsará una cultura militar más sana y libre de abuso y escándalos llenos de testosterona. (...)
Nueva York, 24 de enero
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