Un mundo perfecto
El señor Gallardón considera que el porcentaje de mujeres que se acogen al supuesto de graves malformaciones del feto para solicitar el aborto no es suficiente y pretende suprimirlo. ¿Acaso se ha parado un momento Gallardón a pensar qué consecuencias podría tener suprimir este supuesto? En 2013 todavía gran parte de la sociedad piensa que la mujer que aborta lo decide a la ligera, como quien decide si se compra un vestido verde o uno azul. En un mundo perfecto podríamos suprimir el aborto, incluso en este terrible supuesto, porque las parejas con hijos con graves malformaciones tendrían asistencia sanitaria y psicológica desde el minuto cero para poder sobrellevar la carga de ver a sus hijos sufrir física y psicológicamente. En un mundo perfecto esos hijos tendrían asistencia cuando sus padres fallecieran, si es que logran sobrevivir tantos años. En un mundo perfecto no habría recortes para este tipo de ayudas. Parece que nuestro ministro de Justicia vive en un mundo perfecto. ¡Qué suerte tiene!— Nieves Pérez Amador.
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