La sangre de los Koplowitz corre por las venas de un quinto heredero

Los Koplowitz son, definitivamente, cinco hermanos. Carlos Iglesias, de 56 años, es ya oficialmente el quinto hijo de Ernesto Koplowitz Sternberg, el padre de las empresarias Alicia y Esther, según el fallo que alcanzó ayer el titular del juzgado de Primera Instancia nº 49 de Madrid. Se cierra así un proceso que ha durado cerca de 12 años y que ha dado la razón a este hombre radicado en Suiza.

“Estoy feliz porque todo esto supone el reconocimiento de la realidad y demuestra mi confianza en la justicia”, señaló Iglesias a la salida del juicio. Su abogada, Eva Solivella, calificó de “contundente” la prueba de ADN.

Carlos Iglesias interpuso la demanda de paternidad en el año 2000, pero fue desestimada por un defecto formal. La volvió a presentar el año pasado y el juzgado nº 49 la admitió a tramite. Para ello, el titular de este juzgado firmó un auto por el que obligaba a extraer los restos mortales de Ernesto Koplowitz padre, fallecido en un accidente de equitación en 1962. Los huesos estaban en una cripta de la familia y fueron trasladados al Instituto Anatómico Forense, en la Ciudad Universitaria. Los forenses extrajeron muestras de los huesos y las remitieron junto con las de Carlos Iglesias al Instituto Nacional de Toxicología.

El cotejo de las pruebas ha confirmado, según se vio ayer en el juicio, que la coincidencia es del 99,9%, lo que supone la máxima posible. Carlos Iglesias, por tanto, es el quinto hijo de Koplowitz, un judío de origen alemán nacido en la Alta Silesia (al sur de Polonia). Llegó a España en 1930 huyendo del nazismo y se instaló de manera definitiva en 1944. En 1952 compró la empresa Construcciones y Reparaciones que, posteriormente, transformó en Construcciones y Contratas. Esta compañía se encargaba de la limpieza de las alcantarillas de Madrid.

Alicia y Esther son hijas de Esther Romero y la madre de Ernesto y Clara es Isabel Amores. Las dos hijas legítimas del empresario estaban consideradas como la fortuna nº 437 y 488 según el listado de Forbes de las 500 personas más poderosas del mundo. La primera es propietaria de una sicav y la segunda de Fomento de Construcciones y Contratas. Su fortuna conjunta puede superar los 3.300 millones de euros.

Ernesto y Clara fueron reconocidos por Ernesto Koplowitz padre como hijos ilegítimos, pero se encargó de su educación y manutención. La antigua legislación hacía que los ilegítimos no fueran herederos de la fortuna de los progenitores. De ahí que la eterna queja de Ernesto Koplowitz hijo fuera que no recibió ninguna cantidad de la herencia de su padre.