Lecciones políticas de América Latina

Esta entrada ha sido escrita por nuestro colaborador habitual Asier Hernando (@asierhrm)

América Latina es una región donde la política se vive a flor de piel, sin duda alguna con más intensidad que en España, los políticos corren más riesgos, posiblemente porque hay mucho por construir y una ilusión colectiva de vivir mejor. Es más fácil que la presión social haga caer un gobierno y, por el contrario, si un Presidente pisa el acelerador de los derechos sociales es fácil también que le “corten la cabeza” los militares y élites económicas, como en Paraguay y Honduras. Es todo un equilibrio inestable capaz de lo mejor y lo peor.

A su vez, como parte de esta efervescencia política, los últimos años América Latina ha demostrado que algunas de las demandas que están en la calle en España, a diferencia de lo que digan los partidos políticos, sí se pueden realizar- a veces con costos-, y en contextos mucho más adversos. Tendríamos que aprender de ellas. Aquí algunos ejemplos:

2) Se puede renegociar el pago de la deuda. México en 1982 y Argentina en 2003 la renegociaron con sus prestadores en contexto más complejos. El Secretario de Hacienda de México, Jesús Silva Herzog Flores afirmó que el país no sería capaz de pagar la deuda y anunció la moratoria de 90 días y renegociación de plazos, no salió bien. La renegociación fue rechazada y México comenzó desde entonces a cruzar un largo camino por el desierto hasta recuperarse. El caso de Argentina fue diferente, Néstor Kirchner logró negociar una reprogramación de las obligaciones con los organismos financieros multilaterales llamado canje de la deuda argentina. A fines de 2004, la deuda externa total alcanzaba los 178.000 millones de dólares y fue considerada por muchos expertos como la operación más importante de la historia financiera mundial que supuso el principio de la salida de la crisis en el país

Todos estos cambios se han realizado con políticos valientes y una ciudadanía organizada con gran capacidad de movilización. No han sido fáciles, muchos han salido bien y otros no tanto, pero por poder se puede.