Un país de ‘Cecilias’
Cuando cierran un centro de investigación, los políticos suelen decir que el trabajo de esos trabajadores altamente cualificados que son despedidos va a ser continuado por funcionarios que pueden suplir las capacidades de los primeros sin problema.
Lo cierto es que la alta cualificación de muchos investigadores queda a años luz de la de sus sustitutos. Añadamos a esto el valor incalculable que supone que una persona lleve equis años trabajando e investigando en un campo concreto, que es cuando da los mejores frutos en su labor. Tristemente, nos hemos acostumbrado a llenar este país de Cecilias, que se sienten capaces de sustituir a la gente con una buena formación y una gran experiencia para los trabajos que así lo requieren. Lo peor es que los que aplican estas políticas dicen que lo hacen para sacarnos de la crisis; mentira, lo hacen para intentar ganar las próximas elecciones. Mientras, por las terminales de nuestros aeropuertos, emigran los que de verdad pueden sacar este país adelante y hacer que deje de ser el que pone la casa para las fiestas a nivel europeo y mundial.— Ignacio Caballero Botica.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.