Luz verde de Alemania
El Constitucional germano despeja el camino, con condiciones, para el rescate europeo
El Tribunal Constitucional alemán despejó ayer la vía para que el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) entre en funcionamiento sin más demoras excesivas. Aunque le impone unas mordazas que pueden limitar su capacidad de actuación en el futuro si la situación se agrava en economías del tamaño de las de España e Italia, de momento sería suficiente para rescates limitados. “Un buen día para Alemania y para Europa”, dijo la canciller Merkel. Y lo fue.
Alemania era el último Estado de los 17 de la Eurozona en ratificar el MEDE y el Pacto Fiscal. Su Parlamento lo había aprobado por una amplia mayoría, pero el presidente de la República Federal, Joachim Gauck, había supeditado su indispensable firma a que el Tribunal de Karlsruhe considerara que no entraba en conflicto con la Ley Fundamental. El recurso lo habían presentado 37.000 firmantes euroescépticos que pretendían bloquear este paso en la integración económica europea.
La sentencia es provisional, pues el fallo completo tendrá que esperar algunos meses. Considera el tribunal que la contribución alemana de 190.000 millones de euros (un 38% del total) no podrá ampliarse sin acuerdo del Bundestag, la Cámara Baja, que en nombre de la “responsabilidad presupuestaria” deberá dar su aprobación a cada acción de envergadura que emprenda el fondo y disponer, junto con el Senado (Bundesrat), de una información exhaustiva sobre las decisiones del consejo que gestionará el MEDE, a pesar de la confidencialidad requerida. Ahora, el Gobierno alemán tendrá que encontrar la forma —probablemente como protocolo que han de aceptar los otros países— para incluir estas exigencias antes de que Gauck estampe su firma y el MEDE eche a andar.
El Constitucional alemán se opone a que el MEDE tome dinero prestado del Banco Central Europeo y plantea algo más que dudas —sobre las que volverá en su sentencia definitiva— respecto a la legalidad del programa de compra de deuda pública en el mercado secundario planteado por Mario Draghi. Tales cautelas juegan a favor de las tesis de Jens Weidmann, presidente del Bunbdesbank.
Sin duda, Alemania, tras este golpe a sus euroescépticos, está más comprometida con Europa, pero de una forma desigual respecto a otros países. Los jueces de Karlsruhe ahondan en la necesidad de control democrático sobre ingresos o gastos a escala europea y sobre cualquier delegación de soberanía que implique a su país. Otorgan así los magistrados a Alemania un control democrático sobre Europa del que carecen otros países. Y siguen avanzando en la interpretación del derecho europeo, lo que puede romper los equilibrios comunitarios. Todo ello pone de manifiesto, como con razón ya apuntaran en anteriores sentencias, que para seguir adelante es cada vez más necesario construir una auténtica democracia europea.
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