¡La maldita hemeroteca!

Sin ser un flamante abogado del Estado, ni habiendo estudiado en una elitista universidad privada de las de 8.000 euros el curso, uno llega a la conclusión de que el despido de trabajadores públicos no puede ser el camino correcto para la creación de empleo.

A las pruebas me remito: en la comunidad autónoma de Castilla-La Mancha ha subido el paro un 19% en el último año.

El problema del despido de empleados públicos por el Gobierno de María Dolores de Cospedal es triple. En primer lugar, engrosan las listas de desempleo como todo trabajador despedido.

En segundo lugar, al tratarse de profesiones que prácticamente solo pueden desarrollarse en el sector público (sanidad, educación, administración...), están condenados o bien a la emigración a países en los que todavía se valora la formación académica española o a la búsqueda de empleos que nada tengan que ver con su formación, creando una competencia al resto de trabajadores de menor cualificación.

Y por último, el despido de trabajadores públicos supone una merma en la calidad de los servicios que tiene que padecer el ciudadano que no tiene acceso a la educación o sanidad privada.

Ahora, recuerdo aquellas promesas electorales; “Más bienestar social y menos impuestos”, “ahora cambio, ahora empleo”. Maldita hemeroteca.— José María García Diago.