El lucrativo negocio del divorcio en Hollywood
Los abogados que representan a las estrellas de cine y a otros multimillonarios exigen unos honorarios muy elevados por conseguirles los mejores acuerdos
Madonna, Paul McCartney, Brad Pitt, Donald Trump o Alec Baldwin, entre otros, desearían haber tenido, como Katie Holmes, un padre abogado matrimonialista que les hubiera asistido en sus respectivos divorcios sin cobrarles un céntimo. Ellos, como otros millonarios y miembros de la industria del entretenimiento, se vieron obligados a desembolsar grandes sumas para poner fin a sus matrimonios de la manera más ventajosa. Los abogados de las estrellas, también son estrellas en su profesión, y como tales, exigen salarios a la altura para garantizar el mejor acuerdo de separación a sus clientes.
Fiona Shakleton, una abogada de Gran Bretaña, es la responsable de los últimos divorcios más caros de la historia. La letrada representó a Madonna y a Paul McCartney cuando decidieron poner fin a sus respectivas relaciones con Guy Richie y Heather Mills. Los acuerdos que les consiguió son los más elevados jamás alcanzados en las islas y aunque sus clientes son los que más tuvieron que pagar -se especula que la cantante pagó al director unos 66 millones de euros, además de cederle la propiedad de varias propiedades-, Shakleton evitó que tuvieran que abonar cantidades aún mayores. Mills le lanzó un vaso de agua a la cara, encolerizada, al comprobar cómo aquélla había logrado reducir sus pretensiones. La abogada cobra un salario de 630 euros por hora, la incógnita es si rebajó su sueldo cuando representó al príncipe Carlos de Inglaterra en su separación de Lady Di.
Fiona Shackleton representó a Madonna y a Paul McCartney cuando decidieron poner fin a sus respectivas relaciones con Guy Richie y Heather Mills
Raoul Felder es la Fiona Shakelton de Estados Unidos. El abogado ocupa el primer puesto de la revista Forbes en su lista de los letrados más ricos del país, no en vano ha llegado a pedir unos honorarios de 100.000 dólares (unos 82.000 euros) la hora por sus servicios y, en una ocasión, recibió una propina de un millón de dólares. Sus clientes pueden permitírselo. Entre ellos se encuentran el exalcalde de Nueva York, Rudolph Giuliani o el magnate de la música, David Gest. Sin embargo, quienes más temen a Felder son los maridos famosos, ya que se trata del abogado que ha demandado a más hombres en juicios de separación de EE UU, por algo le apodan, el duque del divorcio. Lo saben bien Martin Scorsese, los escritores Carl Sagan y Tom Clancy y el jugador de la NBA Patrick Ewing, cuyas exesposas contrataron los servicios de Felder.
El número dos en la lista de Forbes de los abogados que más ganan es Sorrel Trope. El letrado cobró los 650 dólares la hora, más gastos, a Elin Nordegren, la exmujer de Tiger Woods, a Oksana Grigorieva, la última esposa de Mel Gibson, y a Nicole Kidman, Hugh Grant o Nicholas Cage.
Robert Stephan Cohen fue descrito por The New York Times en 2002 como “uno de los abogados matrimonialistas más poderosos del país”. Los clientes de Cohen justifican esta afirmación. El letrado se encargó del representar a Tommy Mottola en su divorcio de Mariah Carey y a Ivana Trump y Marla Maples en sus respectivas rupturas con Donald Trump. Otro multimillonario, Michael Bloomberg, lo contrató en 1993.
Laura Wasser cobra unos honorarios de 615 euros la hora
Una de las abogadas especializadas en derecho de familia que más cobra en EE UU es Laura Wasser. La letrada ofrece su asesoramiento a cambio de 750 dólares la hora. Wasser ha representado a la primera mujer de Mel Gibson, Robyn Moore -en el que se convirtió en el divorcio más caro de Hollywood, el actor pagó a su exesposa 900 millones de euros-, a Britney Spears y, más recientemente, a Maria Shriver, la exesposa de Arnold Schwartzenegger, obteniendo para ella el segundo acuerdo más beneficioso de la Meca del cine.
Si alguna vez se confirmara el rumor de que Angelina Jolie y Brad Pitt se divorcian, Wesser, abogada de la primera, se vería las caras con otro de los letrados matrimonialistas más demandado por las estrellas, Neal Hersh. Hersh ganó fama cuando representó a Kim Basinger en su tormentosa separación de Alec Baldwin. Además de Pitt y Basinger, entre sus clientes se encuentran Denise Richards, Halle Berry o Pamela Anderson.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.