El mejor de la clase
A Konstantin Grcic no le bastaba con haber colado una silla (Charir One producida por Magis) en los apretados anaqueles de la historia de este subgénero. Cada dos años busca aportar algo más al competitivo mundo de los asientos. Con nuevos métodos de producción, con nuevas combinaciones materiales, nuevos productores o nuevos destinatarios para sus sillas, este año, el diseñador alemán ha explorado el mundo de los colegios. Y estas han sido sus conclusiones. Y sus propuestas.
Grcic constató que el mobiliario destinado a colegios e institutos es poco innovador por una razón muy simple: los productores no suelen tener competencia. Es cierto que la resistencia, que hace que los pupitres y las sillas aguanten el paso por las aulas de varias generaciones, suele ser el factor clave a la hora de aprobar un diseño. En su país, algo así como el ministerio de asuntos sociales (llamado allí Ministerios de asuntos familiares, que vela por todos exceptuando a los hombres adultos en activo: las familias, los jubilados, los jóvenes y las mujeres) animó a investigar la relación entre mobiliario y estudio. En dicho ministerio están convencidos de que la postura induce al estudio y la silla, a la postura. Y Grcic apuntó que la mejor manera de adaptarse a los nuevos estudiantes era añadiendo dinamismo a la resistencia habitual de las sillas. Así, con carcasa de plástico tan resistente que soporta peso en el respaldo y tan estable que asegura la fijación a pesar de los cambios de postura, la silla Pro (producida por Flototto) basa su fuerza en el dinamismo. Permite movimiento sin perder estabilidad. La carcasa es tan sólida que no ha necesitado refuerzos de fibra de vidrio. Por eso es –será, se acaba de presentar- fácilmente reciclable.
Realizada con patas metálicas, para su uso en las aulas, la silla puede pasar fácilmente, dando un pequeño salto cualitativo, de los colegios a los comedores domésticos al cambiar esas patas por una versión en madera de roble. Curva, ergonómica y dinámica, la suma de paradojas define cada vez más los nuevos productos. También los de Grcic, un diseñador de conceptos más que un creador de formas que va a terminar siendo el que lleve color y movimiento a la legendaria resistencia de las aulas de estudio.
Comentarios
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.