Huelga en Asturias por el carbón chino
Dicen que el reino del cielo está fundamentado en el amor, pero el reino de este mundo lo hace en los hidrocarburos. Junto con la nuclear, carbón, gas y petróleo mueven más del 80% de las máquinas de todo el planeta, sea con electricidad o con motores de explosión. En fin, nos han vuelto adictos a las energías concentradas, rentables y contaminantes.
Lo paradójico ahora es el cierre de las minas de hulla asturiana. El carbón de sus entrañas geológicas produce ingentes cantidades de electricidad muy rentable que nutre nuestros hogares y empresas. Entonces, ¿para qué clausurar estas minas? El PP y su patronal arguyen que ya no dan beneficios, que mejor cerrarlas y santas pascuas. Como geólogo entiendo la indignación de los mineros asturianos. El Gobierno les está tomando el pelo amagando la verdad dolorosa, que este ya no es Gobierno, no manda nada.
La prueba está en Cataluña. En esta autonomía se estaban llevando a cabo proyectos para explotar la energía geotérmica del subsuelo para poder generar electricidad barata, no contaminante y antídoto al petróleo, gas y carbón, pero por razones gubernamentales el proyecto geotérmico fue abortado. A cambio, y para poder producir la energía eléctrica que nuestro futuro económico necesita, se rumorea que se subvencionará el carbón. Mi ingenuidad pensó en la hulla de Asturias para potenciar la maltrecha economía nacional y poner fin a su huelga pero, iluso de mí, erré.
El carbón que dicen van a subvencionar vendrá de lejos, de China. Esta nación ha comprado gran parte de nuestra deuda, es decir, el aumento de nuestros recortes e impuestos van directamente a sus arcas, hablando en plata, ellos son nuestros dueños bajo el mando y ordeno. Si ahora los dirigentes españoles hablan de progreso este no es el nuestro sino el de los intereses económicos internacionales procedentes del petróleo árabe, del gas sahariano y ahora del carbón chino, todos ellos recursos que hay que traer de lejos, caros, contaminantes y que monopolizan nuestras hundidas finanzas. La geotérmica significaría todo lo contrario, cercana, sin polución y evitando la adicción a los hidrocarburos. En cambio el carbón chino significa pan hoy pero mucha hambre mañana. — David Rabadà i Vives.
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