Oscilando entre extremos
La relación que hemos tenido los habitantes de este país con nuestra realidad ha sido, desde la instauración de la democracia, delirante. De ser satisfechos consumidores de bienes, durante la época de euforia económica, hemos pasado a ser culpables consumadores de males, cuando nos ha llegado la factura de la juerga.
Lo más amargo es que hemos oscilado entre estos dos extremos sin haber llegado nunca a ejercer el término medio: la condición de ciudadanos informados y críticos. El sueño ilustrado lo llevamos roncado desde hace más de 30 años.— Manuel Rosa Moreno.
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