El óptico del Sáhara

El óptico de Dajla se llama Muley, ha estudiado en Cuba y tiene 22 años de experiencia en su profesión. Trabaja en el Hospital Regional, financiado gracias a la Hermandad de San Esteban de Sevilla, donde además de óptico ejerce, la mayor parte del tiempo, como oftalmólogo porque no hay personal médico suficiente.
Dice que le gusta su trabajo a pesar de tener que convencer a los saharauis de lo importante que es cuidarse la vista, y más en el desierto donde el siroco, la sequedad y la arena hacen mucho daño a los ojos. La afecciones más comunes son "cataratas y conjuntivitis alérgica" cuenta mientras muestra su taller y consulta, perfectamente dotada de material facilitado por las ong Ojos del Mundo y Médicos del mundo.
A los saharauis “les da vergüenza ponerse gafas”, dice Mulay quien lo achaca a la falta de costumbre aunque vayan al hospital a que se las hagan después no las usan, “ese el peligro de que todo sea gratis” añade.
“Yo creo que soy un buen profesional porque muchas personas de otros campamentos quieren que sea yo quien les mire la vista” dice entre risas, “esto no es falta de modestia”. Sin embargo, se pone serio cuando habla de la falta de medicamentos. Una persona más en el campamento apunta a la crisis y los recortes como desencadenante de esta carencia, “hace unos días hubo un brote de conjuntivitis alérgica y solo había siete gotas para todos los enfermos”, cuenta. “Repartimos una para cada barrio” para que las distribuyeran los responsables de los mismos.
Más información en el blog personal de Jessica Romero // Twitter @atemporal
Otras entradas de esta saga desde FISahara
-"Él no eligió nacer en esta parte del mundo"
-Historias de cine. Historias propias
-La crisis también llega a los campamentos de refugiados del Sáhara
-El mercado de Dajla: la alternativa a la ayuda humanitaria
Comentarios
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
Últimas noticias
La Fiscalía de Ciudad de México confirma que el hombre asesinado en la Zona Rosa era El Panu, jefe de seguridad de Los Chapitos
Navitrans, una cena de navidad para personas LGBT+ en condición de calle y trabajadoras sexuales
Bolsonaro deja la cárcel para operarse de una hernia
Bonoloto: comprobar sorteo del jueves 25 de diciembre
Lo más visto
- La revalorización de las pensiones queda en el aire por la negativa de la derecha a apoyar otras medidas sociales
- Zelenski confirma que cualquier pacto con Rusia deberá ser ratificado en referéndum
- Los ‘whatsapps’ de Mazón a Feijóo del día de la dana: “Un puto desastre va a ser esto presi”
- Víctor Bermúdez, profesor de Filosofía: “Hemos perdido el control del proceso educativo, lo que damos en clase es en gran medida un simulacro”
- El líder groenlandés responde a Trump: “Groenlandia es nuestro país. Nuestras decisiones se toman aquí”




























































